La subida de la vivienda amenaza con «estrangular» el crecimiento de toda la economía

El informe, que constata cómo los españoles tienen que destinar una tercera parte de sus ingresos a pagar por su vivienda independientemente del tipo de propiedad, indica que éste es «uno de los principales desafíos sociales». Antón Costas ha explicado que en la medida en que el problema siga engordando como lo ha hecho en los últimos años, el crecimiento económico se verá perjudicado «porque dificultará la movilidad» de los trabajadores, así como «el crecimiento de las actividades que precisen» mano de obra y no la encuentren en los territorios donde precisamente más fuerza laboral necesitan. El caso del turismo es el más simbólico:comunidades que crecen gracias a este sector pero cuyos trabajadores no encuentran una vivienda en condiciones adecuadas para residir por su alto coste.

El presidente de la Comisión de Trabajo para la elaboración de la Memoria, José Ignacio Conde-Ruiz, explica que «el crecimiento se concentra en unas áreas y si allí hay problemas de vivienda», esas economías pueden sufrir. Además, la vorágine de precios implica «otro efecto», según el presidente del CES, vinculado a «una mayor inflación» si se agudiza el problema.

Para atajar esta realidad, el organismo recuerda que en España solo un 2,5% de las viviendas son sociales, frente al 15% de la media de algunos países europeos. Sin embargo, el CES no entra en valorar aún el impacto de la ley de vivienda aprobada precisamente hace ahora un año: «Aún es pronto para evaluar sus efectos, al igual que ocurre con los índices de precios del alquiler», una de las medidas incluida en esa normativa y que solo Cataluña ha puesto en marcha.

Este aviso se encuentra íntimamente vinculado a «la primavera económica» que «sigue disfrutando» España en estos momentos. Es decir, un alza del PIB (Producto Interior Bruto) que sigue dando buenos frutos, y que lo seguirá haciendo en 2024, con un 'pero':la desiguladad. Al organismo le choca que esta variable «sigue siendo un problema estructural» porque «la mejora económica y del empleo no alcanzó a todos los hogares por igual». Una cuarta parte de las familias se encuentran en riesgo de pobreza, y en el caso de los niños, su situación es aún más precaria. Antón Costass considera que una de las causas de esta realidad se puede explicar «por la eficacia de las políticas públicas, que no consiguen llegar bien».

El CES valora positivamente «el cambio estructural» que ha tenido el mercado de trabajo en España durante los últimos años, sobre todo tras la aprobación de la reforma laboral. «Tenemos una economía menos maníaco depresiva», explica Costass, para referirse a que no crea burbujas laborales en las épocas buenas, ni tantos desplomes, en las crisis.

El informe señala la pujanza del empleo privado –sobre todo en el turismo, pero también en puestos de alto valor añadido, como la tecnología– o la estabilidad de cada vez más contratos, aunque advierte de las jornadas parciales no deseadadas.

El CESaboga por incidir en los pactos del diálogo social (sindicatos y empresarios con Gobierno)como fórmula para otorgar «estabilidad» a la economía, al añadir certidumbre en hogares y empresas, tal y como ha ocurrido con el V Acuerdo para la Negociación Colectiva rubricado en 2023.