Sánchez apoyará a Calviño para que sea presidenta del Eurogrupo

Para ayudar a conseguirlo, el presidente se comprometió a hablar con otros países europeos antes del 25 de junio, plazo límite para presentarse al cargo, «para ver si madura» esta candidatura. «Yo la veo no con buenos ojos, sino con muy buenos ojos», incidió. En este sentido, resaltó que considera «un honor» que «personalidades» como Nadia Calviño «suene con mucha fuerza» para liderar el Eurogrupo ya «no solo por parte del Gobierno de España sino por parte de colegas europeos».

Sánchez descartó que pueda haber una crisis de Gobierno en caso de que Calviño llegue a ser presidenta del Eurogrupo ya que son «puestos complementarios», por lo que no implicaría la salida del Ejecutivo de la vicepresidenta segunda, que compaginaría así ambos cargos. «Sería no solo un reconocimiento a su trabajo y a España, sino una buena noticia para nuestro país», resaltó.

Los países de la eurozona tendrán hasta el 25 de junio para presentar a sus candidatos y la elección será en la próxima reunión del Eurogrupo, a principios de julio. El elegido deberá contar al menos con el apoyo de 10 de los 19 países y asumirá el cargo el 13 de julio para un mandato de dos años y medio.

Calviño se erige como la gran favorita, pero hay otros dos nombres que también se escuchan: el ministro de Finanzas de Luxemburgo, Pierre Gramegna, que ya se postuló para el puesto en 2017, y el de Irlanda, Paschal Donohoe (conservador). De los tres se destaca como virtud la capacidad para el consenso.

Calviño, que sería la primera mujer a los mandos del Eurogrupo desde su creación en 1998, tiene un perfil tecnócrata, buena reputación entre sus colegas y un profundo conocimiento de la burbuja de Bruselas (fue alta funcionaria de la Comisión Europea durante ocho años). El encaje de la gallega, además, no rompería el actual equilibrio de fuerzas. Centeno provenía de un gobierno de izquierdas y solo ha permanecido dos años y medio al timón cuando su predecesor, el holandés Jeroen Dijsselbloem encadenó dos mandatos, cinco años. Antes que él estuvo el luxemburgués Jean-Claude Juncker. España ya peleó en 2015 por presidir el Eurogrupo, cuando lanzó la candidatura del hoy vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos.