Récord de deuda pública: roza los 1,3 billones por la crisis sanitaria

Este endeudamiento supone un incremento de unos 2.000 millones de euros más con respecto a los registros de junio. El alza mensual no es tan significativa como las subidas de meses anteriores, pero continúa elevándose la deuda que acumula el conjunto del Estado. Antes de que comenzara la crisis, a principios de marzo, la deuda pública se sitúaba en el entorno de los 1,2 billones de euros. En apenas cinco meses esta cifra ha repuntado en casi 100.000 millones, un alza que nunca se había visto en tan poco espacio de tiempo.

De todas las Administraciones es el Estado el que carga con la mayor parte de estos compromisos de España frente a sus acreedores. Así ha ocurrido desde el principio de la pandemia, en la que la Administración Central debe 1,15 billones de euros, frente a los 1,201 billones de hace cinco meses. Esta situación provoca que las comunidades autónomas no hayan que tenido que asumir mucha más deuda en toda esta crisis. De hecho, apenas la han incrementado en unos 3.000 millones de euros desde marzo. Ocurre prácticamente lo mismo en el caso de los ayuntamientos, cuya deuda supera los 25.000 millones, unos 2.000 millones más que antes de la pandemia.

Entre los gastos extraordinarios asumidos por organismos del Estado se encuentra el de las prestaciones de los ERTE y las derivadas del desempleo ordinario. Unas medidas que solo hasta ahora han provocado un desembolso que ronda los 20.000 millones de euros a través del Servicio Estatal Público de Empleo (SEPE).

El organismo que también refleja una mayor subida de su deuda es el de la Seguridad Social, con un alza que roza ya los 69.000 millones de euros frente a los 55.000 millones que tenía antes de la crisis. El organismo que gestiona y abona las prestaciones públicas en España -las más relevantes son las de jubilación, así como las incapacidades temporales y bajas- ha necesitado nutrirse de los préstamos que le concede el propio Estado para hacer frente a todos los gastos derivados de la pandemia, desde las bajas de trabajadores afectados por la covid-19 hasta las prestaciones extraordinarias por cese de actividad de los autónomos o las rebajas en las cotizaciones sociales durante el periodo del confinamiento, entre otras circunstancias excepcionales.

Las previsiones del supervisor financiero anticipaban precisamente ayer que la deuda pública llegaría en 2020 al 116,8% del Producto Interior Bruto (PIB) en el escenario más benigno posible, y al 120,6 % en el más complejo. A partir de ahí, continuaría aumentando en los dos años siguientes hasta entre el 11%8 y el 128,7 % del PIB al cierre de 2022.