El recibo de la luz sube ligeramente en febrero pero acumula un descenso del 7,8% en lo que va de año

En concreto, la factura media para un consumidor doméstico ha ascendido este mes a 63,91 euros, frente a los 63,53 euros del mismo periodo de enero. Para hacer un cálculo homogéneo se han tenido en cuenta los últimos 28 días del mes pasado, ya que febrero cuenta con 28 días.

De este importe total de la factura, 13,4 euros corresponden al término fijo, 36,85 euros al consumo, 2,57 euros al impuesto de electricidad y 11,09 euros al IVA.

Con respecto a febrero del año pasado, el recibo de la luz de este mes, que en enero había cortado con una racha de cuatro meses al alza, también registra una subida del 0,8%.

Este recibo de la luz corresponde a un consumidor medio similar al utilizado por el Ministerio de Energía en sus cálculos, con una potencia contratada de 4,4 kilovatios (kW) y una demanda anual de 3.900 kilovatios hora (kWh), propia de una familia con dos hijos.

No obstante, en lo que va de 2018, la factura de la luz acumula en los dos primeros meses un abaratamiento del 7,8% con respecto al mismo periodo de 2017, en el que enero fue un mes que estuvo marcado por los picos en el precio de la electricidad, después de la ola de frío en la segunda quincena del mes que llevó a marcar, uno tras otro, los registros más elevados desde diciembre de 2013, registrando en algunos momentos puntas que superaron la cota de los 100 euros por MWh.

Así, entre enero y febrero de este ejercicio el recibo de la luz suma un importe de 134,03 euros para el consumidor, frente a los 145,45 euros que tuvo que destinar en los dos primeros meses de 2017.

Por su parte, el precio medio del mercado eléctrico español ha alcanzado en febrero los 54,96 euros por megavatio hora (MWh), lo que supone un encarecimiento del 10% con respecto al pasado mes de enero y un 6,2% más que en el mismo mes del año pasado.

En lo que va de 2018, el precio medio del mercado eléctrico español se sitúa en los 51,6 euros por MWh, situándose así 17,5 euros por encima del de Alemania (34,2 euros) y 12,3 euros mayor que el de Francia, según datos del 'Barómetro Energético' de la Asociación de Empresas con Gran Consumo de Energía (AEGE).

El precio mayorista de la electricidad tiene un peso cercano al 35% sobre el recibo final, mientras que alrededor del 40% corresponde a los peajes y cerca del 25% restante, al IVA y al Impuesto de Electricidad.

El mercado mayorista, también conocido como 'pool', funciona de forma marginalista, de modo que las tecnologías entran por orden de coste y la última de ellas en participar, la más cara, marca el precio para el conjunto.

El Gobierno ha congelado para 2018, y por quinto año consecutivo, los peajes y cargos eléctricos con los que los consumidores sufragan los costes regulados.