La inflación de los alimentos se modera al 1,8% en septiembre, su menor subida en tres años

Los alimentos siguen la tendencia a la baja, con crecimientos mucho más moderados que los de hace un año. Los datos publicados este martes por el INE revelan que el avance de la inflación de los alimentos se limitó al 1,8% en septiembre, una subida siete décimas menor que la de agosto que ya había sorprendido a la baja al marcar el 2,5%. Esta tasa es la menor desde octubre de 2021, cuando comenzó la crisis inflacionista en España.

Los alimentos llegaron a subir un 16,6% en febrero de 2023, pero desde entonces comenzaron una paulatina desescalada hasta los niveles actuales. Aún así, la subida es mayor que la de la inflación general, que en septiembre marcó un 1,5%, su nivel más bajo en tres años y medio. La tasa cae ocho décimas respecto a agosto y mejora el objetivo de precios del 2% del Banco Central Europeo (BCE), consolidando el final de la crisis de precios en España.

Hay que remontarse a marzo de 2021, justo antes del inicio de la espiral inflacionista derivada de la escalada de los costes energéticos para encontrar una subida de precios tan moderada. La caída -que es además la mayor del último año- ha venido propiciada sobre todo por el descenso de los precios de las gasolinas, de la electricidad y de algunos alimentos como los aceites y las frutas. Pero hay que tener en cuenta que no es una bajada como tal, sino que los datos se están comparando con los de hace un año, cuando estas partidas experimentaron una gran subida.

Los precios de los carburantes se encuentran en niveles previos a la guerra de Ucrania, y la electricidad y los alimentos también se han visto favorecidos por el efecto base, ya que en septiembre de 2023 el IPC se había acelerado nueve décimas. En todo caso, en este periodo no solo se han moderado los componentes más volátiles de la cesta de la compra. La inflación subyacente -aquella que excluye de su cálculo los alimentos frescos y la energía- también desciende tres décimas, hasta el 2,4%, su menor tasa desde enero de 2022.

Destaca el caso del aceite de oliva, que por primera vez desde que comenzó la crisis inflacionista tiene un producto por delante: el chocolate, que subió un 21% en septiembre respecto al año pasado, mientras que el aceite se encareció un 10% después de haber registrado subidas superiores al 60% en meses anteriores. Es más, hay otros alimentos que subieron más que el aceite en septiembre, como los zumos (16%), el cacao en polvo (12%), la carne de ovino (11%). Otros alimentos que experimentaron las mayores subidas del mes fueron las patatas, un 9% más caras que hace un año; o el pescado fresco, con un alza del 4% según los datos del INE.

Habrá que esperar al próximo dato de octubre para conocer cómo ha afectado la paulatina desescalada de la rebaja del IVA. El Gobierno decidió extender en junio hasta final de año esta medida, pero con una progresión desde el 1 de octubre hacia la normalidad, lo que abre la puerta a un incremento del precio final de los productos afectados.

El tipo de IVA que se aplicará al aceite y oliva y otros productos básicos como la leche, la fruta, las hortalizas, los huevos o el pan ha pasado del 0% al 2% desde el 1 de octubre. Del mismo modo, el de la pasta y los aceites de semillas –como el de girasol– ha subido del 5% al 7,5%. Cabe recordar que antes de que el Ejecutivo pusiese en marcha la medida allá por enero de 2023, los tipos superreducidos aplicados a los alimentos básicos eran del 4%. Y el aceite, con un IVA del 10% por entonces, no se incluía en la cesta de 'básicos', algo que sí sucede ahora y que se mantendrá cuando en enero de 2025 el gravamen recupere los niveles previos a la crisis inflacionista.

El Gobierno ha decidido tomar esta medida con el aceite de oliva porque sus subidas han superado el 50% durante varios meses consecutivos, registrando precios que triplican a los que tenía este producto hace dos años. Algunas asociaciones de consumidores denuncian que ahora la evolución del precio del 'oro líquido' dependerá de si los supermercados aprovechan para subir precios por encima de lo que marca el repunte del IVA.

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