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Los trabajadores seguirán retrasando poco a poco su jubilación pero cobrarán pensiones mucho más generosas. Este es el uno de los grandes efectos que se ... derivan de la última reforma del sistema que lideró el exministro de la Seguridad Social, José Luis Escrivá, según se extrae de los nuevos documentos sobre este tema publicados este jueves por la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef).
Las medidas que puso en marcha el actual gobernador del Banco de España –principalmente las que derogó– han beneficiado en términos generales a los más de diez millones de pensionistas, que gracias a ella cobran ahora nóminas bastante más elevadas y seguirán aumentando con fuerza en las próximas décadas. Es más, la pensión media, que se sitúa en la actualidad en 1.308 euros al mes, crecerá más de un 25% hasta 2050 gracias, fundamentalmente, a la derogación de dos elementos que introdujo el Gobierno del PP: el factor de sostenibilidad (que reducía la pensión inicial de los nuevos jubilados en función de la esperanza de vida) y el índice de revalorización de las pensiones (IRP), que abocaba a los jubilados a una subida mínima del 0,25% durante décadas y cuya supresión les permitió disfrutar de la mayor revalorización de la historia en 2023: un 8,5%, en línea con la inflación.
Los nuevos jubilados cobran significativamente más que si no hubiera entrado en vigor la reforma de las pensiones, pero, sin embargo, debido a las medidas diseñadas por Escrivá retrasan cada vez más su retiro. El objetivo que se marcó el exministro de alargar la edad real de jubilación lo está logrando –según las previsiones de la Airef– y sin haber introducido cambios drásticos en edad legal de jubilación. Así, si el año pasado la edad efectiva de retiro sobrepasó ya la barrera de los 65 años, en 2035 se logrará otro hito al superarse por encima de los 66 años (66,2 años).
Esto se debe, además de a la reforma de 2011 (que retrasa la edad legal de jubilación gradualmente y los años de cotización necesarios), a una contención significativa de las jubilaciones anticipadas y, principalmente, a un fuerte repunte del retiro demorado, que se ha duplicado en apenas tres años.
En concreto, las jubilaciones anticipadas se han reducido 10 puntos con la última reforma que modificó las penalizaciones por abandonar antes de tiempo el mercado laboral y puso coto a las prejubilaciones forzosas, una tendencia que se mantiene en este año 2025, según constata la Airef. Así, por primera vez se situaron por debajo del 30% en 2024, frente al 44,5% de una década atrás.
La Airef precisa, no obstante, que hubo un repunte de las jubilaciones anticipadas voluntarias en 2021 y 2022 debido a la situación de inflación, que hizo que la revalorización que se obtenía por anticipar en diciembre fuera mayor que la penalización. A su vez, el organismo público señala que quienes han dejado de anticipar el retiro han sido los trabajadores que más ganan y cotizan por la base máxima, que han pasado de representar el 11,8% del total de altas en 2021 al 0,8% en 2023.
En el otro extremo, si en 2021 apenas un 4,8% de las personas decidía voluntariamente retrasar su retiro para cobrar una mayor pensión, en la actualidad se han disparado hasta el 11,3%, gracias a los nuevos incentivos, que permiten cobrar un cheque de hasta 13.500 euros por cada año de demora en el momento de la jubilación. Y la Airef prevé que el retiro demorado siga creciendo con fuerza, hasta el punto de que se triplicará y un 30% de las personas se jubilarán tres años más tarde de la edad legal dentro de una década, lo que supondrá un ahorro de 1,3 puntos de PIB.
Pero la sostenibilidad del sistema es aún una de las asignaturas pendientes que no ha logrado aprobar esta reforma, que aumenta el gasto en 2,7 puntos del PIB hasta 2050 y hará que crezca hasta entonces a un ritmo del 4%. La autoridad independiente estima que el presupuesto en pensiones aumentará desde el 12,9% del PIB en 2023 hasta el 16,1% en 2050, aunque se reducirá al 14,7% en 2070. La revalorización automática con la inflación media del año es sin duda la que más incrementa el gasto, pero también se debe a que el número de pensionistas seguirá creciendo hasta alcanzar en 2055 un máximo de 17,3 millones por la jubilación del 'baby boom'.
Las pensiones en España son de las más generosas del mundo. Por cada euro que cotiza un trabajador, recibe cuando se jubila 1,6 euros. Es lo que se denomina Tasa Interna de Retorno (TIR), que se sitúa en el 5,7% en 2023 y que caerá apenas una décima en 2050 para volver al 5,7% en 2070 gracias a la reforma. Sin ella, se hubiera reducido hasta el 4,9%.
Y lo mismo sucede con la tasa de reemplazo (que mide la pensión del jubilado respecto a su último salario), que en este caso se reduce ligeramente del 71,7% en 2023 al 69,8% en 2070, pero la reforma de Escrivá evita un recorte de hasta el 57,7%.
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