Los autónomos no podrán trabajar y cobrar toda su pensión hasta más allá de los 70 años

Los grandes perjudicados de esta reforma, si finalmente viera la luz, serían los trabajadores por cuenta propia, colectivo al que se le permite la jubilación activa una vez que han cumplido la edad legal de jubilación, para poder cobrar pensión a la vez que continúan con su negocio. Esto seguiría siendo así, pero se les rebaja considerablemente la cuantía que cobran. En la actualidad, si un autónomo ya ha cumplido la edad legal de jubilación y ha cotizado el tiempo suficiente, puede jubilarse y seguir con su actividad cobrando el 100% de la pensión si tiene un empleado a cargo; si no lo tiene, reciben el 50% de la pensión. Según el texto que el Gobierno presentó este lunes a los sindicatos y a la patronal, los autónomos, para cobrar el 100% de la pensión, tendrán que esperar, como mínimo, cinco años más, hasta los 70 años, puesto que se establece un porcentaje creciente de pensión compatible con la actividad.

De esta forma, una vez que ha transcurrido un año desde que ha cumplido la edad legal de jubilación, un autónomo podría compatibilizar el trabajo con su jubilación cobrando el 30% de la pensión, cuantía que se elevaría al 40% a los dos años; aumentaría al 50% a los tres años; al 75% a los cuatro años y cobraría ya el 100% una vez hayan pasado cinco años, según el borrador de real decreto al que ha accedido este periódico.

A cambio, se elimina el requisito de que tengan que tener contratado un empleado para cobrar el 100% y tampoco se les exigirá tener una carrera completa de cotización. Además, podrán acceder a los complementos que se paga por cada año que se posponga la jubilación, que puede ascender al pago de hasta 12.000 euros en efectivo o un incremento del 4% de su pensión.

Tanto los sindicatos como la patronal han cargado contra esta reforma que empeora mucho la jubilación activa de los autónomos. «El Ministerio por primera vez nos ha dado una propuesta de jubilación parcial anticipada, una propuesta que se queda muy lejos de nuestras expectativas, que consideramos recorta derechos», explicó Cristina Estévez, secretaria de UGT de Política Institucional y Políticas Territoriales.

Estévez precisó que esta pérdida de derechos se produce no solo en la industria manufacturera, donde ya existe de forma generalizada esta figura del contrato relevo, sino también en otros sectores donde se pretende ampliar. «Se trata de una pérdida de oportunidades para el rejuvenecimiento de las plantillas y la salida flexible, pausada del mercado de trabajo», criticó la representante de UGT.

En esta misma línea, Carlos Bravo, secretario de Políticas Públicas de CC OO, también considera que el planteamiento que ha puesto encima de la mesa el Gobierno sobre jubilación parcial a través del contrato relevo «dista mucho todavía de estar en términos de poder alcanzar un acuerdo». Así, lamentó que ni recupera la regulación del año 2011 ni parte de ella para realizar una modificación o adaptación distinta. En este sentido, Bravo reconoció que tiene «algunos elementos interesantes» y otros que «directamente disminuyen los derechos de acceso a esa regulación y generan elementos de penalización que no compartimos».

En lo que sí se mostraron satisfechos los sindicatos es en que el Gobierno ha aceptado su propuesta para recuperar el coeficiente multiplicador del 1,5 para los trabajadores fijos discontinuos, de forma que verán mejorada su jubilación. La reforma del empleo a tiempo parcial, que entró en vigor el pasado de octubre y les equiparó a los trabajadores a tiempo completo de cara al periodo de cómputo para calcular su jubilación, supuso un grave perjuicio de los centenares de miles de fijos discontinuos, puesto que esta reforma eliminó el coeficiente de 1,5 que multiplicaba los periodos cotizados de estos trabajadores para compensar sus periodos de inactividad.

Tras la denuncia de UGT y CC OO, el departamento liderado por Elma Saiz se ha comprometido a revertir este perjuicio y volver a implantar este coeficiente multiplicador para todos esos trabajadores del campo, la hostelería, la construcción… que trabajan de forma intermitente, lo que les permitirá tener una mayor pensión.