Escrivá se niega a cambiar su cálculo de las nuevas pensiones y el acuerdo se complica aún más

Tampoco hubo ningún avance en la otra iniciativa que genera una fuerte controversia: la subida extra del 30% de las cotizaciones máximas desde 2025 hasta 2050, acompañada de un alza muy inferior de las pensiones máximas en ese periodo, de apenas un 3% en términos reales. La nueva propuesta que se presentó este lunes a sindicatos y patronal mantiene intactas estas dos medidas polémicas aunque quedan poco más de 15 días para que tengan que estar aprobadas, por lo que los sindicatos advierten que el «tiempo se acaba» y el Gobierno no da los pasos necesarios. «El movimiento de la mesa es muy lento, extremadamente lento, y, por tanto, es difícil poder vaticinar que se vaya a cumplir el plazo que el Gobierno está marcando de terminar antes del 31 de diciembre», se lamentó Carlos Bravo, secretario de Protección Social y Políticas Públicas de CCOO.

En cambio, Escrivá presentó mejoras para reducir la brecha de género de las pensiones con las que pretende contentar a los agentes sociales. Sin éxito, ya que los sindicatos las calificaron de «irrelevantes», «muy parciales» y «claramente insuficientes».

Concretamente, el ministro propone considerar como cotizados al 100% los tres primeros años de excedencia por cuidado de hijos o mayores, así como las reducciones de jornada por esos mismos motivos. En esta misma línea, incorpora otra mejora en el tratamiento de las lagunas de cotización para las mujeres y también para los varones cuya carrera laboral se haya visto minorada tras tener un hijo. Así, eleva las coberturas de lagunas (los periodos en los que no se ha cotizado) desde el actual 50% hasta el 80% de base mínima entre los meses 49al 72, aunque solo para las mujeres que tengan una franja de edad de entre 35 y 45 años y aquellos hombres que hayan sufrido en esos años una interrupción después de tener un hijo. Desde UGT advirtieron que esta medida se queda «coja» porque solo cubre la natalidad y no tiene en cuenta el cuidado de mayores.

Además, la nueva propuesta que se presentó ayer recoge una subida del 10% por encima del IPC en dos años (2024 y 2025) del complemento de brecha de género que reciben actualmente cerca de 365.000 personas, en su mayor parte mujeres. Este plus por cada hijo que se tenga supone un extra en la pensión de 28 euros al mes y crecerá a 30,3 euros en enero, por lo que en 2025 superará los 33,3 euros.

Por otro lado, el Gobierno ha incluido en el nuevo texto una revisión de la jubilación parcial, una materia que venían demandando tanto los sindicatos como la patronal. Sin embargo, se ha limitado a comprometerse a introducir cambios y alcanzar un acuerdo en el primer trimestre de 2023 y por el momento no ha accedido a la petición de las organizaciones de trabajadores de aprobar una prórroga automática de la jubilación parcial en la industria manufacturera para mantener esta modalidad más allá de diciembre. Los agentes sociales exigen a su vez que se permita la jubilación parcial para todos los sectores.

CC OO mostró una vez su disconformidad con la forma de negociar de Escrivá a la salida de la reunión. «El tiempo está pasando y seguimos sin respuestas claras», se lamentó Carlos Bravo, que cargó contra el Gobierno por no haber introducido cambios para subir aún más las cotizaciones y las pensiones máximas y tampoco haber incluido alguna propuesta de pensiones mínimas como les han exigido. En esta misma línea se manifestó Cristina Estévez, Secretaria de Política Institucional y Políticas Territoriales de UGT, que hizo hincapié en que «faltan muchísimas cosas», pidió fijar por ley la subida adicional a la inflación de las pensiones mínimas y revisar el mecanismo de equidad.

Por todo esto, exigieron al ministro enviarles un nuevo texto que incluya sus ideas antes de la próxima reunión, que será antes de que termine la semana.