Estos pasos le hacen «cautivo» de las tarjetas de pago infinito

Una venta agresiva, cuotas fijas, desconocimiento de la deuda acumulada y unos intereses elevados constituyen los pros y contras de las 'revolving'

Miércoles, 4 de marzo 2020, 15:10

El pronunciamiento del Tribunal Supremo sobre la «usura» de una tarjeta 'revolving' de Wizink ha encendido las alertas entre quienes habitualmente usan los plásticos en sus compras diarias, pero desconocen si esa es la modalidad con la que están financiando su bolsillo. Estas son las respuestas clave a las preguntas que muchos consumidores se hacen ahora.

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-¿Cómo sé si mi tarjeta es 'revolving'?

Lo más práctico sería acudir al contrato que firmó en su día con el banco o el establecimiento financiero que le vendió la tarjeta para comprobar la modalidad que está utilizando. Aunque no en todos los documentos aparece el término 'revolving', puede buscar otros como 'pago aplazado con cuota fija' o 'periodicidad anual inamovible'. Si no dispone de esos papeles, hay otra opción: si está pagando una cuota fija por su tarjeta cada mes independientemente de lo que haya comprado en ese periodo, e incluso aunque no la haya utilizado hace tiempo, tiene muchas posibilidades de que sea 'revolving'.

-¿Dónde suelen ofrecerlas?

Tal y como explica el Supremo en la sentencia conocida hoy mismo, las entidades comercializan las 'revolving' en puntos estratégicos: stand de los centros comerciales, aeropuertos y estaciones de ferrocarril; cajas de los hipermercados; agencias de viaje; tiendas de muebles... Pero también en las propias oficinas de los bancos. Estas tarjetas aparecen como opción para segmentos de población que no puede hacer frente a determinados gastos y que recurren a ellas como vía para aliviar sus bolsillos. El gancho suele ser una cuota fija, gaste más o menos dinero. A partir de ahí puede llegar a quedar «cautivo» de esa financiación, tal y como explica el Alto Tribunal en su sentencia.

-¿Por qué se colocan con tanta facilidad?

Las entidades apenas exigen trámites ni papeleo por adquirir este producto. Más allá de firmar el correspondiente contrato, al titular no se le exige la entrega de una nómina para comprobar sus ingresos, ni su última Declaración de la Renta para analizar su solvencia patrimonio, ni se le piden avales u otras garantías para hacer frente al posible impago. A cambio, las entidades cobran intereses elevados.

-¿Qué bancos las tienen?

Todos. Cada uno en su modalidad, su denominación comercial y sus propias características. Pero es un producto transversal a toda la banca, ideado para hacer compras del día a día. Incluso hay tarjetas de crédito históricas -las de toda la vida- que, a veces, incluyen la opción de convertirlas en 'revolving'.

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-¿Cuáles son las tripas financieras de estas modalidad?

Con la modalidad de las revolving el establecimiento financiero autoriza un crédito por un capital concreto: 1.000, 1.500, 2.000 o 3.000 euros, por ejemplo. El titular de la tarjeta puede hacer uso de ella cuando lo considere oportuno. Si dispone de un saldo de 1.000 euros pero solo gasta 200 euros en un mes le cobrarán en el recibo la misma cuota que si hubiera realizado compras por 999 euros. A partir de ahí, la deuda se va autoregenerando aplicando los correspondientes intereses que suelen ser más elevados que los de un crédito al consumo. Por eso, como nunca se termina la deuda si no se deja de hacer uso de la tarjeta, para un gasto mínimo con la tarjeta el titular puede llegar a estar pagando durante meses ese importe con sus correspondientes intereses.

-¿Qué se está ofreciendo ahora mismo en el mercado?

El tipo medio que aplican los bancos para las tarjetas de la modalidad 'revolving' es del 19,6%, según los datos del Banco de España actualizados al pasado mes de enero. En los últimos cinco años, raramente esos intereses se han situado por debajo del 20%. Por comparar, el tipo medio de un crédito al consumo se encuentra ahora mismo en el 7,3%.

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