Complejo industrial desarrollado junto a Refriango para la producción de leche UHT y leche en polvo en Angola.

Pascual activa en Angola su motor para triplicar el negocio internacional

La empresa arandina inicia la fabricación de leche UHT y en polvo en este país africano, que será su principal mercado exterior a partir de 2024

Clara Alba

Luanda (Angola)

Sábado, 4 de marzo 2023, 03:37

Cerca de 6.000 kilómetros y casi ocho horas de avión separan a Pascual -grupo familiar nacido en 1969 en Aranda de Duero (Burgos)- de Luanda, la capital de Angola en la que la empresa ha puesto el foco para dar un revulsivo a su ... negocio internacional.

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Hace más de 25 años que la compañía hace números fuera de España con sus exportaciones. Y ya tiene presencia en 60 países. Pero los 50 millones de dólares (unos 46 millones de euros) que actualmente genera esta actividad exterior se han quedado cortos para impulsar la facturación total de la empresa, que en los últimos años se mantiene estable por debajo de los 700 millones.

Con este telón de fondo, la nueva hoja de ruta pasa por dar el salto definitivo de la exportación a la producción en el lugar de destino, mediante 'joint ventures' con socios locales de primer orden. Los países emergentes serán pilares de esta fórmula de crecimiento, con producción local que ya está en marcha en Marruecos, Filipinas y Guatemala. Pero Angola será la columna vertebral de la estrategia para cumplir el objetivo de que, si todo va según lo previsto, el negocio internacional alcance los 132 millones de dólares (unos 125 millones de euros) en 2025, triplicando la cifra actual.

Solo en Angola, Pascual ya genera ocho millones de dólares (7,5 millones de euros) de facturación, al ser líder en el segmento de yogures de larga vida. Su cuota es del 50% en estos productos básicos en una región en la que tener un refrigerador no es algo tan habitual como cabría esperar.

Con estos datos sobre la mesa, la primera pregunta respecto a su nueva estrategia de producción resulta básica, pero lógica: ¿cómo desarrollar un proyecto lacteo en un país en el que apenas hay vacas? La respuesta: Pascual fabricará y comercializará leche UHT y leche en polvo –donde estará el gran campo de batalla con otras marcas presentes en el mercado como Nestlé– en el complejo industrial más puntero del país de la mano de Refriango, empresa líder del sector de bebidas en la región.

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Con esta estrategia de producicón, Pascual calcula que podrá ahorrar un 50% en costes y que Angola facture 24 millones de dólares este mismo año. La cifra rondaría entre 55 y 60 millones el siguiente, fecha en la que ya sería su principal mercado exterior.

El objetivo a medio plazo es más ambicioso: alcanzar los 100 millones en 2028. Para ello, ha desplegado sus mejores perfiles en la zona, tanto en gestión como en I+D y marketing, con una notable inversión en la nueva campaña para promocionar sus productos. «La población confía en nuestra marca. Como con los yogures, sabe que en ella encuentra calidad, sabor y nutrientes», explica Tomás Meléndez, director de internacional de Pascual. «El objetivo es que el país sea capaz de autoabastecerse, sin dependertanto de importaciones», añade.

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Fortalezas

Una visita a la fábrica situada al sur de la capital permite hacerse una idea del potencial del socio para lograrlo. Refriango –también empresa familiar– es líder en el sector de la distribución de bebidas no alcohólicas. Hace unos años entraron en el sector cervecero y recientemente firmaron un acuerdo para la distribución de Coca Cola, además de desarrollar los lácteos con Pascual.

Cuenta con tres fábricas de producción en el país y más 3.200 empleados. En total, trabajan con 50 marcas y asociaciones con firmas como la portuguesa SuperBock o el gigante Diageo. «Nosotros aportamos el conocimiento del país, la red comercial, la estructura... y Pascual la marca, la I+D, las recetas, etc.», explica Diogo Caldas, CEO de la compañía.

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En total, gracias al complejo industrial desarrollado, Pascual producirá y comercializará 19 referencias de leche (5 UHT y 14 en polvo), con la ambición de liderar el mercado de lácteos en el país en los próximos años.

El director de Internacional de Pascual, Tomás Meléndez, y el CEO de Refriango, Diogo Caldás, junto a autoridades angoleñas en la presentación del proyecto en la fábrica de Refriango en Luanda.

La capacidad de generar calidad en la producción es evidente en el proceso. Pascual ha formado a los empleados de Luanda para cumplir al milímetro sus estándares de calidad. Pero desde la décima planta del Hotel Alvalade de Luanda, cabe preguntarse si la región cumplirá las exigentes expectativas.

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Incluso en esta zona más moderna de la ciudad se puede observar la fuerte desigualdad de una población que se parte por completo en dos. Por una parte, lujosos restaurantes, hoteles -estos más escasos- y supermercados en los que los expatriados compran a precios europeos. Por otra, zonas sin apenas infraestructuras ni asfalto en las que la venta ambulante refleja la forma de ganarse la vida de aquellos a los que los ingresos del petróleo no terminan de llegar. No hay que olvidar que Angola ya mira de tú a tú a Nigeria como principal exportador de crudo africano.

La violenta y larga guerra civil que finalizó en 2002 –y que llegó tras la independencia de las colonias portuguesas– convirtió a Luanda en la ciudad más cara del mundo. «Comer una porción de pizza o beber una Coca Cola era prácticamente prohibitivo». Por no hablar de la corrupción, que sigue siendo uno de los grandes males del país.

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Un Gobierno reformista

Pese a todo, los empresarios extranjeros parecen confiar en la agenda reformista del Gobierno de João Lourenço para diversificar la economía, dependiente todavía a más del 90% del petróleo.

Hay libaneses, indios y también chinos. Todos buscando oportunidades más allá del sector del oro negro, sobre todo en comercio y el 'agrobusiness' ante las buenas perspectivas para los próximos años. «Es un país con mucho potencial de agricultura, con mucha tierra arable para producir y también en cereales», explican los empresarios que trabajan en la zona.

El camino será largo para una región que prácticamente importa todo menos el petróleo. Para hacerse una idea, unos 400 millones de dólares de aves (pollos) al año, y más de 300 millones en bovinos y cerdos. «Es preciso crear incentivos para atraer nuevas compañías que se queden y puedan diversificar la economía para no depender tanto del Brent», insisten.

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Entre los españoles destacan la propia Pascual y otros como Indra, Elecnor o Porcelanosa. En total, 40 empresas nacionales fijas y otras 40 que hacen negocios aunque no estén afincadas, según datos de la embajada española en Angola.

«Contamos con un ordenamiento jurídico para proteger a los inversores. Cuando las empresas entran en un mercado, asumen que los riesgos son menores que la rentabilidad que obtendrán», defiende el Ministro de Comercio e Industria, Víctor Fernandes, durante un encuentro con medios españoles.

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El cambio no llegará de un día para otro. Pero Pascual confía en el potencial de un país con «una población muy joven, donde se necesitan nuestros productos de proteína que los consumidores se pueden permitir», explica Meléndez, recordando que Luanda cuenta con una tasa de natalidad cercana al 40% y el 46% de la población tiene menos de 14 años. La mitad apenas subsiste con dos dólares al día. Así que la idea es que, para comercializar su leche en las pequeñas cantinas (tiendas de ultramarinos) repartidas por la ciudad, el ahorro de costes ayude a llegar a más base de la población.

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