La pandemia saca a la luz 6.000 millones de euros anuales de economía sumergida

Es decir, el porcentaje del consumo de hogares que tributa IVA creció entre seis y siete puntos sin que hubiese variaciones significativas de la normativa, «algo que solo puede explicarse por afloramiento», explica el texto firmado por Francisco de la Torre, director de fiscalidad de EsadeEcPol e inspector de Hacienda. Así, este incremento de las bases sometidas a control llevó a un aumento de la recaudación del IVA de unos 6.000 millones de euros anuales tanto en 2022 como en 2023.

«Para explicar qué puede haber ocasionado este mejor cumplimiento, hipotetizamos que durante la pandemia se habrían producido cambios sociales que aumentaron los pagos con tarjeta, disminuyendo el porcentaje de transacciones en efectivo, que no están igualmente controladas por la Agencia Tributaria», explica el informe, que analiza los datos de pequeñas transacciones del Banco de España en el periodo 2019-2023, distinguiendo entre pagos de ventas con tarjeta y retiradas de efectivo en cajeros automáticos.

Así se observa que, efectivamente, aumentó el consumo pagado con tarjeta de crédito y las retiradas de efectivo apenas crecieron, pese a la inflación. Entre 2021 y 2023 se produce un aumento inesperado de la recaudación, un aumento que parece que está tocando techo, pero se ha consolidado. Este inesperado aumento de la recaudación puede obedecer a múltiples factores: recuperación económica, aumento del empleo, inflación y diversas medidas fiscales, «pero todo esto agregado deja una parte del aumento de recaudación sin explicar», señala el estudio.

Desde Esade desean que se consoliden estos buenos resultados de afloramiento fiscal, para lo que recomiendan a Hacienda introducir más medidas para fomentar los pagos controlados y extender y profundizar la obtención y explotación de la información para mejorar el cumplimiento voluntario de los impuestos, «lo que reducirá el fraude fiscal y la economía sumergida», aseguran.