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El nuevo plan de ayudas que apruebe el Gobierno para amortiguar el impacto de la inflación y la crisis deriva de la guerra en Ucrania avanza a diferentes velocidades, dependiendo de la medida que se trate. Por ahora, a medida que transcurren las jornadas, la ... ayuda para que los hogares vulnerables puedan sufragar la cesta de la compra diaria y la modificación del IVA en algunos alimentos son las opciones con mayor posibilidad de ser plasmadas en el Consejo de Ministros del próximo día 29 de diciembre.
Esa es la fecha marcada por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para que el Ejecutivo anuncie el nuevo plan anti-crisis, que será puesto en marcha a partir del próximo 1 de enero. Entre todas las acciones que negocian los ministros de PSOE y de Unidas Podemos, la actuación sobre la cesta de la compra de alimentos básicos va a copar buena parte del protagonismo presupuestario que hasta ahora tenía la bonificación a los carburantes. En el Ejecutivo son conscientes del efecto que tiene el alza de los alimentos en la mayor parte de la población y ahí se centran las conversaciones entre ambas partes.
Aunque inicialmente el Gobierno no era partidario de aplicar una rebaja de impuestos en la cesta de la compra, todo apunta a que habrá cambios en el IVA (Impuesto de Valor Añadido) de una parte de los alimentos básicos para rebajar la imposición que hasta ahora se les aplica. Es decir, «no habrá rebajas generalizadas del IVA», apuntan fuentes de la negociación. Pero sí «descensos en algunos productos». Entre ellos, podría situarse, por ejemplo, el pescado, que ahora tiene un IVA del 10% y que podría pasar al 4%.
La legislación actual cuenta con un IVA del 21% para determinados productos vinculados a la alimentación (zumos o bebidas refrescantes, entre otros), el 10% (pescado, aceites, pasta, yogures, agua embotellada, café o conservas) y del mínimo 4%( huevos, verduras, frutas, legumbre, pan, queso o leche).
La medida tendrá impacto desde el primer día en que se aplique, al lograr una reducción del precio total de la alimentación, aunque desde el Ejecutivo insisten en que no es la fórmula con la que se consiga que baje el coste de los alimentos derivado de la inflación. «Hay que insistir en vigilar los márgenes de las distribuidoras», apuntan algunas fuentes. Se descarta, eso esí, un nuevo impuesto que grave los beneficios de las grandes compañías del sector.
La otra gran medida que se pondrá en marcha casi con total probabilidad, aunque a falta de numerosos detalles técnicos y prácticos, será la ayuda para que las familias vulnerables puedan hacer frente de forma más flexible a la cesta de la compra. El Gobierno trabaja con una inyección directa de dinero (está por determinar si se trata de 300 euros, como pide Unidas Podemos, o será una cuantía inferior) a los hogares con mayores necesidades. Además, en la negociación el partido morado ha incluido una nueva variable: que la ayuda no se centre en los vulnerables exclusivamente, sino que tenga un alcance mayor, para la clase media, y que aspiran a que puedan ser hasta 10 millones de hogares los beneficiados.
En cualquier caso, se descarta que la ayuda llegue vía indirecta, es decir, a través de una deducción del Impuesto de la Renta (IRPF). Será con un pago directo a los potenciales hogares beneficiados. Y aquellos a los que no pueda llegar directamente, porque no se tengan los datos suficientes de su renta, lo podrían solicitar a la Administración, como ya ocurre con el bono térmico, por ejemplo.
Lo que está prácticamente descartado es que continúe la bonificación al combustible, con 20 céntimos de euro de descuento por litro repostado, a partir del 1 de enero. Así lo han indicado las ministras Calviño y Montero en sucesivas ocasiones. Y este mismo lunes lo ha refrendado el Secretario de Estado de Economía, Gonzalo García Andres. Esta ayuda debe adaptarse y retirarse para centrarse en el acompañamiento de los sectores profesionales más afectados por la subida del combustible, como los transportistas, los agricultores y ganaderos o los trabajadores del mar.
Andrés ha destacado que esta bonificación sobre el carburante ha sido una medida muy eficaz en un momento como el de finales de marzo, marcado por la fuerte subida de los costes y de la inflación para todos los ciudadanos. Pero ahora, con una situación de precios del petróleo y de los productos refinados más bastante más moderada, cree que es el momento de ir adaptando esa medida.
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