La nueva factura regulada de la luz estabilizará de forma clara los precios dentro de tres años

Ese será el momento cuando la nueva factura regulada del PVPC (Precio Voluntario del Pequeño Consumidor) despliegue todos sus efectos sobre los recibos de quienes tengan contratada esa modalidad. Varios agentes del mercado energético consultados por este diario apuntan que los clientes no notarán de un día para otro un precio del kwh similar durante casi todo el año, independientemente de si el gas natural sube, hay más renovables o es necesario incrementar la demanda por olas de frío o calor.

Aunque la renovada modalidad del PVPC saldrá del Palacio de la Moncloa la próxima semana, y previsiblemente será validada por la Diputación Permanente del Congreso (el órgano que sigue en vigor en medio de la convocatoria electoral para este tipo de casos), no será hasta principios de 2024 cuando la tarifa regulada se ponga en marcha.

Hasta ahora, todos los precios de la luz que cobran las compañías de referencia en la tarifa regulada (Iberdrola, Endesa, Naturgy, Repsol, CHC y Total)se encuentran vinculados a lo que se negocie en el mercado mayorista eléctrico, el denominado 'pool'. De tal forma que si en una jornada esos costes se disparan (porque sube el gas en el mercado internacional, por ejemplo), esa circunstancia se traslada rápidamente a lo que paga ese hogar por su kwh.

Lo que quiere el Ministerio de Transición Ecológica con su reforma es precisamente reducir el peso que tiene el mercado mayorista de precios en el cojunto de la factura del PVPC. Y lo quiere hacer incorporando otras referencias de los mercados de futuros (donde se negocia cuál será el coste energético a varios meses o años vista).

De este modo, los altibajos del 'pool' pasarán a representar un 25% de toda la factura regulada en 2023; un 40% en 2024;y un 55% en 2025. De ahí que no sea hasta dentro de tres años cuando realmente el consumidor perciba esa teórica estabilidad. Fuentes del sector apuntan que con estos cambios «se ganará estabilidad en tres años». Y, al mismo tiempo, insisten en que «el próximo año el cambio todavía no será muy relevante».

La puesta en marcha de esta nueva metodología de cálculo es uno de los compromisos del Gobierno con Bruselas tras la puesta en marcha de la excepción ibérica hace ahora un año por la crisis de precios derivada de la guerra en Ucrania. El objetivo es que la oscilación actual de precios (la variación entre el registro máximo y el mínimo) se reduzca un tercio, pasando del 27% al 17% durante la jornada diaria, y del 23% al 16% en la media mensual durante el año completo.

A la tarifa regulada se encuentran acogidos algo más de un tercio de los pequeños consumidores (los hogares que tienen contratada una potencia inferior a 10kw), después de ir perdiendo suministros a lo largo de los últimos años en favor de tarifas libres, más estables aunque en muchos casos con precios más elevados que la regulada al no encontrarse limitado el margen que ganan las eléctricas al venderla.

España es una isla energética con su factura regulada ya que ningún otro país europeo cuenta con una modalidad tan vinculada al mercado mayorista como lo está el PVPC. En Francia, por ejemplo, está fijada a un año vista y su precio se calcula como un promedio entre el coste de la nuclear histórica y el precio del mercado a plazo. En Portugal, a un año, se calcula como un promedio del precio del mercado a plazo y una previsión del precio hecha por el regulador del país. En Gran Bretaña, se calcula cada seis meses; en Italia, cada trimestre. Y en Alemania ya no existe.