Menos nórdicos y alemanes en las playas españolas por la ralentización de Europa

Las cifras así lo indican. Este verano visitaron España un 5% menos de alemanes que en el mismo periodo de 2019, antes de que estallara la pandemia. Pero más acusado es el descenso de nórdicos: los procedentes de Noruega cayeron un 21% respecto al verano de 2019, los de Finlandia un 32% y los de Suecia, un 38%. Hay que añadir que los turistas asiáticos aún no están viajando como antes de la pandemia, y aunque la conectividad se está recuperando poco a poco, el volumen de turistas procedentes de China aún es un 40% inferior al que llegaba a España antes de la crisis sanitaria, los de Corea siguen un 47% por debajo y los procedentes de Japón son un 52% menos que en 2019.

Pero lejos de que estas cifras supongan una merma de los ingresos turísticos en España, el sector ha recuperado durante el año su vigor y cerrará 2023 con una actividad total de 183.000 millones de euros, un 16,3% más que los niveles de 2019. Gracias a ello, el turismo volverá a suponer un 12,6% del Producto Interior Bruto (PIB) de nuestro país.

Esto ha sido posible porque la falta de alemanes y nórdicos se ha visto compensada con la fuerte demanda de los turistas de países del centro de Europa (como Holanda, Suiza, Austria o Bélgica), así como de los mercados de proximidad como Portugal (que aumentó nada menos que un 38% el número de viajeros este verano) y Francia (3% más) en un contexto de altos precios y pérdida de poder adquisitivo. Además, la depreciación del euro respecto al dólar y la apertura de nuevas conexiones aéreas entre Estados Unidos y España ha favorecido la llegada de americanos y latinoamericanos a nuestro país, alrededor de un 10% más que el verano anterior a la pandemia.

Una muy buena noticia, según asegura el vicepresidente ejecutivo de Exceltur, José Luis Zoreda, ya que estos turistas de largo radio gastan más en estancias más largas en España, con un perfil de turista de alto rango. Para Zoreda lo importante no es si batimos récord de llegadas de turistas un año más, sino mantener la tendencia al alza del gasto medio. «Hay otros países competidores que están apostando por bajar los precios, pero esa no es nuestra liga», indica Zoreda, que explica que si baja la ocupación o el nivel de afluencia «no es dramático» si los que vienen gastan más en el destino.

Un gasto medio que parece que no toca techo. El sector prevé que las ventas crezcan un 16% en el último trimestre pese a que los precios siguen al alza. Los precios seguirán manteniéndose «mientras la demanda lo pueda aguantar», explica el director de Estudios de Exceltur, Óscar Perelli, aunque reconoce que mantener el nivel actual de precios –con la habitación media de hotel a 153 euros la noche, un 25% más que en 2019– va a ser difícil a medio plazo, pero asume que en el cuarto trimestre se va a seguir manteniendo este nivel de elevados precios.

Según la directora para España de SiteMinder, Sara Padrosa, el sector turístico vive un periodo robusto en el que no vislumbran un posible estancamiento de la actividad turística, ni en lo que se refiere a turismo nacional ni a internacional. El viajar es para los españoles una «necesidad» a la que difícilmente van a renunciar, al menos por la situación inflacionista actual. Lo refrenda asegurando que las reservas de sus clientes hoteleros están un 20% por encima de las del mismo periodo de 2019. Y afirma que el 53% de los españoles con los que han contado para su estudio 'Changing Traveller Report 2023' tiene intención de viajar más en el próximo año, en comparación con el año anterior.

Una percepción que también tienen desde HomeToGo, al asegurar que el otoño –normalmente la temporada baja– se va convirtiendo cada vez más en una temporada alta, ya que «los viajeros aprovechan las ventajas de menos aglomeraciones, temperaturas más frescas y precios más asequibles». Según fuentes de Civitatis, sí que han notado que aunque los meses de verano siguen siendo los más potentes, ahora sí que se «estira más» la época estival incluso a octubre.

Pero a pesar de que el sector turístico no está encontrando situaciones de retroceso en lo que a viajeros e ingresos se refiere, el aumento de los precios sí que está obligando ya a los consumidores a elegir habitaciones más económicas y a estar pendientes «más que nunca» de las ofertas de paquetes combinados. No obstante, la mayoría está abierto a gastar más allá de su habitación, por ejemplo, por el desayuno.