Moody's y S&P mantienen la nota de la deuda española

Así, la primera la ha mantenido sin cambios, pero la segunda ha decidido revisarla a 'negativa' ante la debilidad económica provocada por la crisis, unido a la posibilidad de que no se llegue a un acuerdo para aprobar unos nuevos Presupuestos del Estado para el año que viene, al menos no antes de finalizar este 2020, informa Europa Press.

Moody's explica en su nota que, aunque la economía española ha sufrido el impacto de la pandemia, el apoyo financiero público, combinado con los esfuerzos del pasado en reducir los desequilibrios macroeconómicos y recuperar la competitividad «deberían proporcionar una recuperación económica robusta» en 2021. Estima que la deuda pública en relación al Producto Interior Bruto (PIB) se estabilizará en torno al 120% «en los próximos años», un nivel sin precedentes para el país, aunque los bajos tipos de interés y la menor recurrencia a la financiación en los mercados de bonos «mitigarán el impacto sobre la fortaleza fiscal del país».

Su escenario base para España es que la crisis sanitaria se podrá gestionar sin necesidad de volver a recurrir a las restricciones «amplias y severas» sobre la movilidad, como en primavera. Aún asi, el PIB se hundirá un 12,5% este año por la dependencia del turismo y del sector servicios, así como por el elevado número de pymes afectadas.

No obstante, esta agencia insiste en que España aún tiene entre sus retos atajar la elevada tasa de paro estructural, reducir el alto porcentaje de trabajadores temporales, elevar la productividad y solventar el «alto déficit estructural» de la Seguridad Social. En este sentido, S&P sitúa como «riesgos macroeconómicos clave» para el país «la elevada deuda pública, el incremento de la tasa de dependencia, la dualidad pronunciada del mercado laboral y los posibles retrasos en la implementación de reformas que eleven el crecimiento y la consolidación presupuestaria».

Además, vuelve a advertir que podría rebajar su rating si el Gobierno acomete una derogación de reformas estructurales del pasado, como la laboral. En este sentido, argumenta el país cuenta con un 26% de sus trabajadores con contratos temporales.