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ILUSTRACIÓN: ADRIÁN ASTORGANO
El miedo, la regulación y la computación cuántica amenazan a las criptomonedas

El miedo, la regulación y la computación cuántica amenazan a las criptomonedas

El 'criptoinvierno' ha reventado la burbuja y la bancarrota de FTX ha ensuciado aún más la imagen de un sector que reivindica su valor como un sólido proyecto tecnológico con multitud de aplicaciones. De momento, reina la incertidumbre.

Zigor Aldama

Sábado, 14 de enero 2023, 12:51

Decían que el bitcóin era el mejor blindaje contra la inflación. Que el mundo de las criptomonedas era totalmente seguro. Que suponía una alternativa frente a los males del sistema bancario, en referencia tanto a las abusivas comisiones de las entidades comerciales como a las políticas monetarias de los bancos centrales. Y que creaba un ecosistema de inversión independiente al de la bolsa.

Sin embargo, 2022 ha demostrado que no es así: el dinero se ha devaluado en España en torno al 6% por culpa de la subida generalizada de los precios, pero el bitcóin ha caído un 64% y el resto de las principales criptodivisas no ha corrido mucha mejor suerte -algunas, como Terra/Luna, han llegado a desaparecer-, dibujando caídas paralelas a las del mercado de valores; las plataformas de cambio ('exchanges') han vivido su mayor crisis tras el escándalo y bancarrota de FTX, cuyo fundador está en libertad bajo fianza por estafar a quienes le confiaron sus activos; y los reguladores comienzan a meter mano en un sector que se ha regido por la ley de la selva y que tendrá que comenzar a jugar con reglas similares a las de los bancos. Por si fuese poco, los avances en computación cuántica amenazan con romper las contraseñas de 12 o 24 palabras que protegen las carteras de 'cripto'.

«Aunque puede que todo esto parezca la amenazante combinación de múltiples factores negativos, nuestra industria aún se encuentra en su infancia y no debe definirse por los retos a los que se enfrenta, sino por cómo los supera». Así resumió la situación por la que pasa el mundo 'cripto' en su carta anual Changpeng Zhao, consejero delegado del mayor exchange del mundo, Binance, cuya salud muchos analistas también ponen en duda. Él se muestra optimista de cara al futuro y enumera varias razones para ello: por un lado, la creciente adopción de soluciones en blockchain -la tecnología que sustenta las criptomonedas-, y, por otro, que el sector es cada vez más transparente y está cada vez más sujeto al escrutinio de las autoridades. Un escrutinio, por cierto, que su empresa ha tratado de evitar siempre que ha podido.

Una depuración necesaria

Los expertos coinciden en señalar que el 'criptoinvierno' actual no acabará con las divisas digitales. Pero la mayoría sostiene que provocará un proceso de consolidación que sí se cobrará la vida de algunas y, sobre todo, la de empresas que trabajan de intermediarias. «Se ha creado una gran burbuja porque el sector ha vivido una avalancha de dinero motivada en parte porque las 'cripto' estaban de moda y en parte porque el rendimiento de las inversiones tradicionales ha sido bajo. Ahora llega el pinchazo, una depuración necesaria que dejará el valor de las 'cripto' en números más realistas», analiza Massimo Cermelli, profesor de Economía de la Deusto Business School. «Sucederá como con la crisis 'puntocom', en la que desaparecieron muchas empresas pero de la que salieron reforzadas las que eran sólidas», añade.

El asesor financiero Víctor Alvargonzález, socio fundador y actual director de Estrategia de Nextep Finance, es de la misma opinión. «Las 'cripto' son una buena idea de la que se ha hecho un mal uso», resume. En su opinión, «las monedas virtuales se han convertido en fichas de casino» debido a la mala praxis de los intermediarios, «que han propiciado una burbuja ludopática más que especulativa». Y, por eso, aunque sigue su evolución muy de cerca, Nextep no recomienda ninguna 'cripto' como producto de inversión. «Es el paradigma del riesgo, y cuando los bancos centrales han cerrado el grifo, ha sido el activo que más ha sufrido», sentencia.

«Las 'cripto' son una buena idea de la que se ha hecho un mal uso»

Víctor Alvargonzález

Socio fundador y director de Estrategia de Nextep Finance

Eneko Knörr, fundador de la empresa de custodia de criptoactivos Onyze, es uno de los grandes entusiastas del sector. Pero no lleva una venda en los ojos. «Es evidente que, como sucede con otras tecnologías, las 'cripto' facilitan ciertas operaciones delictivas, que la avaricia especuladora ha impulsado su precio, y que lo sucedido este año mancha su ya deteriorada imagen aún más», reconoce, subrayando que incluso sus allegados tienen dudas de la relación del sector con el crimen organizado. «Es, sobre todo, por desconocimiento», responde.

Sam Bankman-Fried, fundador de la plataforma de criptomonedas FTX, sale de una corte federal bajo fianza el 22 de diciembre de 2022, en Nueva York. EFE

El empresario vasco no tiene dudas acerca de la viabilidad de bitcóin. «No es que fallen las 'cripto', sino que se hace una mala gestión de ellas. Es lo que ha pasado con FTX, que ha sido el Lehman Brothers del sector», explica. Ricardo Medrano, un inversor que también participó en el desarrollo de una moneda, concuerda: «El denominador común de los escándalos de este año es la mala gestión empresarial. Jóvenes sin experiencia manejando miles de millones y tomando pocas precauciones. Además, con una clara intención de defraudar». Pero Medrano puntualiza que el hecho de que «fallen empresas que manejan 'cripto' no quiere decir que la tecnología falle».

Hace falta regulación

Pocos productos de inversión provocan una polarización tan extrema en la población: o se aman las 'cripto' o se odian. Unos señalan a quienes se han hecho multimillonarios con ellas, y otros a los que se han quedado en la ruina. Incluso entre sus entusiastas existe una brecha que separa a quienes defienden que sigan fuera de toda regulación -los puristas- y los que, como Knörr, Cermelli y Alvargonzález, sostienen que se beneficiarían de que el sector juegue dentro de un marco normativo específico, como el que desarrolla ahora la Unión Europea. «Es positivo porque ofrece confianza y reduce el peligro de que los países acaben por prohibirlas», afirma Knörr, que también apuesta por la regulación de elementos como las comisiones. «Además, se tienen que introducir elementos que protejan a los inversores, como auditorías y seguros», añade Alvargonzález.

«El denominador común de los últimos escándalos es la mala gestión empresarial. Jóvenes sin experiencia manejando miles de millones y tomando pocas precauciones»

Eneko Knörr

Fundador de la empresa de custodia de criptoactivos Onyze

Inmaculada Esbrí, profesora de Tokenización y Finanzas Descentralizadas en la IEBS Business School, también la considera necesaria una regulación «que puede servir tanto para combatir el blanqueo de capitales como para limpiar la mala fama de las 'cripto'». Ella está convencida de que todo desembocará en una economía digital que conforme un sistema intermedio «más seguro y más trazable» en el que, al final, los monederos -las 'wallets' en las que se guardan los activos 'cripto'- no sean anónimos. Y, posiblemente, el mayor exponente de la hibridación de ambos mundos acaben siendo las divisas virtuales oficiales, como el yuan digital chino, emitido por el banco central de la segunda potencia mundial. «Monedas como el euro digital servirán para controlar todo el proceso, desde su emisión hasta el uso final que le den los consumidores», explica Esbrí.

Un sistema alternativo

Claro que eso es lo opuesto a los preceptos que alumbraron las criptomonedas, que surgieron para escapar del sistema financiero tradicional. No obstante, su volumen ha crecido tanto que las Autoridades se ven obligadas a tomar cartas en el asunto. «El problema es que, como sucede con los paraísos fiscales, nunca va a haber una regulación global y eso siempre dejará espacio al crimen organizado», comenta Claudio López, experto en negocios digitales que hace ya una década comenzó a minar criptodivisas.

Para López, las 'cripto' transaccionales -como bitcóin- «no tienen ningún valor intrínseco y alientan más estafas y delincuencia que proyectos de economía real, mientras proponen un sistema descentralizado que en ningún caso ofrece garantías de nada». Además, el experto argumenta que «se están confiando las 'cripto' a organizaciones que son más peligrosas que los bancos» y recalca que 2022 también ha sido «el año en el que se ha demostrado que los NFT y el metaverso son un bluf».

Knörr, sin embargo, reivindica las aplicaciones positivas de las divisas virtuales, como el papel clave que juegan en países poco democráticos: «Sirven para que la población guarde su dinero sin miedo a que el Gobierno se lo quite por cualquier razón y a salvo de corralitos. Al fin y al cabo, aunque ahora se ve como algo muy de derechas, el bitcóin nace del movimiento anarquista, muy de izquierdas».

López traza una línea diferenciadora clara con las monedas que son plataformas de desarrollo de 'software', como Ethereum. «No son solo una divisa, sino programas sobre los que se pueden desarrollar diferentes aplicaciones que sí tienen valor, como los contratos inteligentes». Knörr discrepa y, aunque reconoce que la posibilidad de que Binance caiga como FTX «sería una catástrofe», no descarta que el bitcóin acabe valiendo medio millón de euros. «Como nunca habrá más de 21 millones, su valor dependerá del dinero que se invierta en ellos», sentencia.

¿Qué sucederá en 2023?

En cualquier caso, los expertos coinciden en señalar que 2023 será un año de transición, a la espera de ver qué sucede con la regulación y con las empresas que ahora pasan por dificultades. Cermelli está convencido de que, tarde o temprano, el mundo 'cripto' estará supervisado, «aunque nunca tanto como el euro o el dólar», y todos coinciden en señalar ese cambio como algo positivo. «La mala imagen retrasará la entrada de muchos inversores», subraya Knörr, cuya empresa trabaja para que sean los propios bancos quienes también ofrezcan criptomonedas a sus clientes. «Es herejía para los puristas, pero es necesario que el sector esté auditado y se abra a todos los públicos», añade.

En el plano tecnológico, el desarrollo de la computación cuántica, capaz de descifrar cualquier contraseña en breves períodos de tiempo, se irá contrarrestando con sistemas de criptografía postcuántica. «En Ethereum ya lo tienen previsto y es imprescindible para certificar la seguridad de todos los sistemas financieros, no solo de las 'cripto'», afirma Esbrí, para la que otro avance residirá en «el incremento del uso de la inteligencia artificial en las plataformas de 'trading'».

En cuanto al valor de bitcóin, la docente augura que continúe la volatilidad, «con picos y valles que dependerán de las noticias que se vayan publicando». Alvargonzález vaticina que «el dinero de las 'cripto' busque refugio en la bolsa si esta se recupera» y López espera que la volatilidad se reduzca y que el valor del bitcóin oscile entre los 10.000 y los 12.000 dólares. Medrano, que adquirió sus monedas virtuales a un precio aún inferior al que están hoy, es más optimista y cree que a largo plazo el bitcóin subirá. «Por el resto de criptomonedas no pongo la mano en el fuego», advierte.

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