El Tesoro paga el tipo más alto desde 2012 para colocar sus letras

El Tesoro se enfrentaba este martes a su primera prueba de fuego con una emisión de deuda a corto plazo (letras a seis y 12 meses) en la que ha logrado captar 4.893 millones de euros, en línea con el rango esperado y con una demanda mucho más elevada, de 9.793 millones de euros. No obstante, el coste de financiación se ha elevado de forma notable. En concreto, a máximos desde 2012.

En concreto, el organismo dependiente del Ministerio de Economía ha colocado 3.293 millones de euros en letras a 12 meses, frente a una demanda que ha duplicado la oferta, con más de 7.000 millones solicitados por los inversores, y un tipo marginal del 2,998%. Esa rentabilidad ofrecida supera con creces el 2,474% de la anterior subasta al mismo plazo y supone la más elevada desde agosto de 2012.

En las letras a seis meses, el interés se colocó en el 2,599%, frente al 2,092% de la subasta anterior, también su nivel más alto desde julio de 2012.

En las letras a 12 meses, el Tesoro ha colocado 3.923,35 millones, por debajo de los 7.077,80 millones solicitados por los inversores, con una rentabilidad marginal del 2,998%, superior al 2,474% previo. De esta forma, vuelve a los niveles más altos desde agosto de 2012.

En este contexto de tipos de interés al alza, el Tesoro debe presentar aún la actualización de su estrategia de cara a 2023. No obstante, en los Presupuestos Generales del Estado para este año se espera un incremento de más del 8% en el volumen de emisiones brutas, que se espera que alcancen los 256.930 millones de euros.

En este entorno, y aunque el impacto de la subida de los tipos de interés se podría compensar en parte con los bonos que se emitieron más caros hace años y que ahora van venciendo, el organismo comandado por Carlos Cuerpo es consciente de que en los próximos meses tendrá que asumir un mayor gasto por este concepto.

La emisión de este martes no ha tenido su reflejo en el comportamiento de la Bolsa española, que se mantiene prácticamente plana tras un inicio de año muy alcista.

Los inversores muestran una actitud prudente y el Ibex subió apenas un 0,2%. No obstante, ese tímido avance le bastó para recuperar los 8.712 puntos, máximos desde el pasado junio.

En el lado de las subidas, Naturgy se revalorizó un 2,53%, después de que el fondo IFM haya elevado su participación en la compañía al 14%. Le siguieron Unicaja Banco (+2,27%), Acciona Energía (+1,64%), Acciona (+1,58%), Sabadell (+1,55%), Bankinter (+1,51%) y Mapfre (+1,47%).

Colonial (-2,03%), Grifols (-1,89%), Rovi (-1,42%), Acerinox (-1,08%) e IAG (-1,06%), lideraron las caídas.

Los expertos no esperan grandes movimientos hasta el próximo jueves, cuando se conocerá el dato de inflación de diciembre en EE UU. Según los analistas de Link Securities, esta cifra «tendrá un fuerte impacto, para bien o para mal, en los mercados de acciones y bonos», sobre todo en un momento en el que la Reserva Federal (Fed) mantiene su mensaje de que seguirá subiendo tipos, aunque quizá de una forma más moderada en 2023.

Los operadores también esperan a que de comienzo la temporada de resultados empresariales en Wall Street, con las grandes entidades financieras rindiendo cuentas al mercado el próximo viernes. Los analistas esperan que esta temporada, en la que se conocerán las cifras del último trimestre de 2022, los integrantes del S&P 500 presenten un descenso interanual de su beneficio del 4%. «De confirmarse, sería el primero registrado en un trimestre en este mercado desde la fase más dura de la pandemia en 2020», indican los expertos.