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Los inversores encaran una nueva semana que resultará mucho más light en términos de referencias macroeconómicas que la anterior. Algo que puede ser positivo para digerir algunos datos que han dejado cierta incertidumbre en los parqués globales. El primero de ellos, la espectacular cifra de ... creación de empleo en EE UU, con 517.000 nuevos puestos de trabajo en enero.
El dato superó todas las expectativas y, pese a ser una buena noticia económica, ha reactivado el temor de los inversores a que la Reserva Federal (Fed) pueda apoyarse en este tipo de referencias para mantener los tipos altos durante un periodo de tiempo más largo de lo esperado.
Ese sentimiento provocó que Wall Street cerrase el viernes con caídas. Y este lunes las Bolsas europeas recogían el testigo con el Ibex-35 registrando al cierre una caída del 0,72% hasta los 9.159 puntos. CaixaBank (+2,4%), Bankinter (+1,8%) y Acciona Energía (+0,9%) fueron los valores más alcistas, mientras que Fluidra (-4,4%), ArcelorMittal (-3,5%) y ACS (-2,54%) lideraron la parte baja de la tabla.
En el ánimo de los inversores también pesó la renovada tensión geopolítica entre EE UU y China, después de que la primera potencia mundial decidiese derribar un globo catalogado como 'espía' dentro de su territorio, que Pekín ha condenado duramente, argumentando que la entrada en EE UU había sido accidental y que el aparato solo tenía una finalidad de estudio meteorológico.
Además de estos factores, el gran comienzo de año en las bolsas apunta a que los inversores podrían tomarse un respiro para entrar «en una fase de consolidación con alguna pequeña corrección desde los actuales niveles», tal y como apuntan los analistas de Link Securities.
En esa retirada de los activos de riesgo –que no tendrá apenas consecuencias– algunos podrían aprovechar para volver al mercado de renta fija, donde la demanda de letras y bonos se ha disparado en las últimas semanas en países como España.
La escasa rentabilidad ofrecida por el ahorro en depósitos bancarios pese a la subida de los tipos de interés del BCE ha provocado un auténtico furor por esta clase de activo. Este mismo martes, el Tesoro Público espera colocar entre 4.500 millones y 5.500 millones de euros en letras a seis y doce meses. Actualmente, la rentabilidad marginal de las letras a ese plazo supera el 2,5%, por lo que se espera, de nuevo, una fuerte demanda por parte de los minoristas en la nueva subasta del organismo.
Los inversores cuentan, además, con el respaldo de datos económicos que animan a comprar deuda de los Estados, ante la evidencia de que la temida recesión está cada vez más lejos. Este mismo lunes se ha conocido otro indicador que así lo apunta, el índice de confianza del inversor Sentix, que viene a medir la confianza de los inversores en la actividad económica de la zona euro. Javier Molina, analista de la plataforma de trading eToro, recuerda que «pese a que sigue siendo negativa (-8), es el quinto mes consecutivo que vemos una caída menor, con lo que nos aproximamos a esa confianza más neutral».
«Es interesante ver que se está descontando que los inversores piensan que no vamos a ir a una recesión severa. Parece que el escenario más probable que se descuenta es un aterrizaje suave. Nada tiene que ver con los momentos más pesimistas del ciclo», añade.
Mientras, en el mercado de materias primas, el barril de crudo Brent, de referencia en Europa, alcanzaba los 80,50 dólares, mientras que el West Texas estadounidense subía a 73,7 dólares.
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