El supervisor europeo de los mercados da una vuelta de tuerca a la vigilancia de las posiciones cortas

El supervisor europeo de los mercados considera que rebajar este umbral de notificación es una medida de precaución para las autoridades puedan supervisar la evolución del mercado y para, eventualmente, tomar medidas de más calado, si es necesario, para garantizar el funcionamiento ordenado de los mercados en la Unión Europea, la estabilidad financiera y la protección de los inversores.

Algunos analistas advertían el pasado viernes de que para que fuera más útil la suspensión de las posiciones cortas se debería prorrogar durante esta semana.

La medida adoptada hoy por la ESMA es de aplicación inmediata. Los inversores que tengan posiciones netas, deberán notificarlas a los organismos nacionales competentes (en España, a la Comisión Nacional del Mercado de Valores, CNMV), al cierre de la sesión de hoy, lunes.

«La ESMA considera que las circunstancias actuales constituyen una grave amenaza para la confianza del mercado en la Unión Europea, y que la medida propuesta es apropiada y proporcionada para abordar el nivel de amenaza actual para los mercados financieros de la Unión Europea», indica el organismo en un comunicado.

La operativa a corto consiste en que un inversor toma en préstamo unas acciones a cambio de un interés que le paga a su verdadero propietario. El prestatario las vende con la intención de comprarlas más baratas para devolvérselas al inversor que se las ha cedido. Ello implica que este tipo de inversores está sacándole partido a las caídas bursátiles que en este contexto, por el impacto que se espera que tenga el coronavirus en la economía además de las medidas para su contención, se están produciendo.

El control de las posiciones cortas sirve para comunicar a los inversores que se va a procurar cuidar al mercado y que puede ser más difícil ponerse corto en las acciones europeas, lo que puede desincentivar tales prácticas.

En circunstancias normales, la normativa de la Unión Europea obliga a notificar a las autoridades nacionales competentes las posiciones cortas equivalentes al menos al 0,2% del capital emitido de un valor, aunque el umbral que obliga a comunicar públicamente dicha posición bajista es del 0,5%.