«Es importante reconocer que, como les ha sucedido a otros bancos centrales, subestimamos la dinámica de la inflación y también sus persistencia». La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, ha querido con estas palabras pedir perdón a las familias por las dificultades ... que han tenido los organismos monetarios a la hora de predecir el alza de precios incontrolada que ha terminado por desatar el ciclo de subidas de los tipos de interés más rápido de la historia, pasando del 0% al 4,25% actual en tan solo un año.
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Durante un discurso organizado por el Centro Económico y Financiero Europeo en Londres, Lagarde hizo autocrítica con la gestión del organismo monetario, pero también advirtió lo difícil que es elaborar una predicción a medio plazo en un mundo «de importantes transiciones en el mercado laboral, energético, la geopolítica»en el que «todo puede conducir a shocks de precios relativos mayores y más frecuentes».
Por eso, considera fundamental que los bancos centrales se esfuercen en los próximos meses en su política comunicativa, con el objetivo de recuperar el favor de la ciudadanía en un momento en el que, parafraseando al expresidente de la Fed estadounidense, Ben Bernanke, «la política monetaria es un 98%hablar y un 2%actuar».
En todo caso, recordó que la prioridad es mantener «firmemente ancladas las expectativas de inflación» y, aunque no se pronunció sobre el camino que tomará el BCEen su próxima reunión del 14 de septiembre, sus palabras dejan la puerta abierta a una nueva subida de los tipos de interés, quizá la última de este ciclo.
Sobre todo tras recordar que «la alta inflación que hemos enfrentado en los últimos dos años es única». Además, recordó que el IPC en la zona euro se mantuvo en el 5,3% en agosto, poniendo fin a la tendencia de moderación desde el pico de más del 10% alcanzado en octubre de 2022.
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La incertidumbre en torno a esta decisión es la que más ha pesado sobre los mercados financieros en las últimas semanas. Y el lunes volvió a quedar patente con unos inversores que apenas movieron posiciones, influenciados también por el cierre de Wall Street por el festivo del Día del Trabajo en EEUU. En concreto, el Ibex-35 perdió un 0,35% al cierre hasta los 9.416 puntos, con pérdidas más limitadas en el resto de Bolsas europeas.
El selectivo partirá así mañana de los 9.416,3 enteros, después de que el lunes IAG liderase las subidas con una revalorización del 1,7%. El sector en bloque se ha visto muy favorecido por las buenas previsiones lanzadas este mismo lunes por Ryanair, que también ha confirmado un agosto de récord impulsado por el auge del turismo. En concreto, la compañía transportó a 18,9 millones de personas, un 11% más que en el mismo mes de 2022 y acercando a la aerolínea a una nueva cifra histórica en el conjunto del ejercicio.
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En la parte baja de la tabla, destacaron Acciona Energía (-3,04%), Telefónica (-1,96%), Naturgy (-1,88%), Acciona (-1,65%), Endesa (-1,47%) y CaixaBank (-1,22%).
A falta de la referencia de Wall Street, los inversores también miran con incertidumbre la evolución de la economía en China. Pero esta vez llegaron buenas noticias desde el gigante asiático, donde las acciones de la inmobiliaria Country Garden -en el foco del mercado en las últimas semanas ante las dudas sobre su solvencia- se dispararon un 14% tras anunciar un acuerdo con los acreedores para la reestructuración de su deuda.
Mientras, en el mercado de materias primas el barril de ptróleo Brent, de referencia en Europa, continúa avanzando y ya cotiza en 88,91 dólares.
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