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La gran incógnita que pesa sobre el Ibex-35 es si su valoración razonable está más cerca de los 8.000 puntos a los que se acercó a principios de junio, de los 6.000 a los que bajó en su peor momento, a ... mediados de marzo, o de los poco más de 7.000 que está marcando en los últimos días.
Una nota a destacar es que, según el FMI, los indicadores bursátiles están muy caros, han rebotado demasiado rápido, teniendo en cuenta la debilidad económica. Y es cierto que las bolsas se han recuperado con mucha verticalidad. También el Ibex-35 que, en los 7.000 puntos, se revaloriza un 15% desde mínimos;y en los 8.000 puntos que ha llegado a rondar, alrededor de un 30%.
Pero el selectivo está muy rezagado respecto a sus comparables. Andrés Aragoneses, de Singular Bank, recuerda que el Ibex-35 baja un 24% este año, frente a pérdidas del 18% del Ftse Mib de Milán o del 8%en el Dax alemán. Pero, al tiempo, el índice doméstico también está más caro que otros del Viejo Continente: cotiza a un per (precio entre beneficio)de 23,5 veces, frente a las 21,1 veces del Stoxx 600 Europe, el indicador paneuropeo.
9.549 puntos: es el nivel en el que comenzó el selectivo español 2020. Desde ahí, subió a los 10.083 que marcó en febrero.
6.107 puntos: es la cota más baja que tocó el Ibex-35 en la crisis del coronavirus. Lo hizo a mediados del mes de marzo.
7.896 puntos: es la cota más alta alcanzada tras el rebote. Desde ahí se ha replegado hasta los 7.178 en que cerró el viernes.
Pedro del Pozo, director de inversiones en Mutualidad de la Abogacía, teniendo en cuenta que el Ibex-35, «a día de hoy», cotiza en niveles «caros», cree que los 6.000 puntos constituyen un «excelente» «punto de compra», dado que «es complicado ver estimaciones de beneficios más bajas» que las que recoge ese nivel –que no niega que se pueda volver a revisitar–. Pero Del Pozo añade que «no es descartable que las bolsas miren para adelante y los 8.000 puntos de Ibex-35 puedan ser alcanzados y sobrepasados». La estrategia idónea, entonces, sería comprar cerca de los 6.000 y vender con objetivo en las proximidades de los 8.000 puntos.
Aragoneses también considera que el indicador se continuará moviendo entre los 6.000 y los 8.000 puntos. Un rango que, sin embargo, Javier Molina, experto de eToro, acota a la horquilla comprendida entre los 7.000 y los 8.000 puntos. «No la romperá a la baja y tampoco lo hará al alza», asegura Molina.
Nicolás López, de MG Valores, ve más razonable que el selectivo se mueva en el entorno de los 8.000 puntos. «Se pueden justificar esas valoraciones en un entorno de progresiva recuperación económica y también de los beneficios. Pero es comprensible que los indicadores no recojan en sus precios en toda su dimensión ese escenario de futuro, por la elevada incertidumbre existente», razona López. Aragoneses coincide: «Aun siento conservadores y prudentes, veríamos más el vaso medio lleno que medio vacío». Opina que el indicador cerrará el año más cerca de los 8.000 puntos que de los 6.000.
Del Pozo añade en favor del selectivo que «existe mucha liquidez en el sistema y, sobre todo, que los tipos bajos favorecen múltiplos mayores, es decir, mayores precios de cotización». Si bien aconseja estar atento a los datos económicos que se publiquen, ya que su empeoramiento «puede plantear dudas sobre el beneficio que nos devuelvan al punto de partida». «La incertidumbre es muy elevada y las posibilidades de ver movimientos bruscos, en un sentido u otro, considerables», ratifica. El FMI anticipa la posibilidad de una corrección en los mercados que a su vez propine un castigo a la economía.
Pero Molina incide en que el Ibex-35 tiene un gran enemigo interno: su composición sectorial. Y es que en el selectivo hay pocos valores de sectores que ahora mismo atraigan dinero. Menciona sólo casos puntuales de «valores fuertes»:Viscofán, Endesa, Iberdrola o Cellnex. Mientras que el peso de los «sectores débiles» en el indicador es amplio: banca, 'telecos', autos o aerolíneas. «No hay alternativas claras. Ahora no va de comprar barato», asegura Molina. «No veo alicientes; veo mucho riesgo en la búsqueda de oportunidades;y debilidad, lo que invita a mantenerse al margen», zanja.
López ve alguna opción más, aunque tampoco muy abundantes: suma a los valores defensivos, sobre todo eléctricas, las tecnológicas, salud o consumo estable. El Ibex-35, como señala Del Pozo, es un índice 'value', debido al gran peso del sector financiero, y eso le resta puntos potenciales de revalorización. Pero, a cambio, señala como atractivo alternativo el elevado retorno por dividendo. Aragoneses insiste en ello, sobre todo en la remuneración al accionista de las 'utilities', que ganan competitividad dado que otro tipo de empresas se han visto obligadas a suspender el dividendo. Además, ve a este sector barato en términos de per.
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