El Ibex-35 encadena una segunda sesión al alza, con una revalorización del 0,74%

En el selectivo español, la tabla se partió prácticamente al 50% entre valores alcistas y valores a la baja. Y los órdenes de variación volvieron a ser muy amplios. Así, Aena se disparó casi un 20%, mientras que ACS subió un 17% y ArcelorMittal ganó casi un 15%.

En rojo, Bankia fue el peor, con un recorte del 12,6%, seguido de Indra y MásMóvil, que perdieron más de un 6%. Telefónica y CaixaBank bajaron más de un 5%.

Con esta última sesión al alza del selectivo español, el índice limitó su recorte de la semana a un 2,84%, tras haber firmado en la previa su segunda peor semana de la historia, con un descenso del 20,85%.

Pero el índice encadena ya cinco semanas consecutivas de recortes.

En cuanto a la sesión, en el resto de Europa, hubo avances mayores y menores a los del selectivo doméstico. Así, el Cac 40 francés cerró con un ascenso del 5%, mientras que el Dax alemán se anotó un 3,7%, y el Ftse 100 británico apenas ganó medio punto porcentual.

En Estados Unidos, al cierre de la sesión europea, Wall Street registraba un comportamiento mixto. Así, el Nasdaq se anotaba un 0,30%, mientras que el Dow Jones cedía un 0,4% y el S&P 500 bajaba alrededor de un 0,7%.

Los inversores tienen que digerir que convivan, por un lado, la expansión del coronavirus, de su incidencia y del número de víctimas, y, por otro, los crecientes programas de intervención de los bancos centrales y de expansión fiscal de los Gobiernos. Así, si bien parecen no decidirse aún por las compras, tampoco, al menos en los últimos dos días, continúan vendiendo de manera masiva.

Los inversores continúan con pies de plomo en los mercados, pese a que el Banco Central Europeo ha continuado dando signos de que va a continuar al pie del cañón en su apoyo a la economía: el Eurobanco ha acordado flexibilizar los requerimientos de provisiones y capital para el sector financiero. El alivio de capital se contabiliza en 180.000 mllones de euros que las entidades podrán usar para absorber pérdidas o financiar hasta 1,8 billones en préstamos.

En la jornada de hoy los mercados se enfrentaban a la denominada 'cuádruple hora bruja', es decir, a los vencimientos de derivados sobre índices. Los analistas de Bankinter no se mostraban muy pesimistas. En su informe diario «tienden a pensar» que, ante el mejor tono de las últimas horas, la renovación de posiciones que implican estos vencimientos no se realizará con sesgo bajista. Y añaden: «Si hoy las Bolsas aguantan el rebote sin excesos será indicio de que podríamos haber tocado fondo».

El Ibex-35, efectivamente, se ha alejado de sus mínimos, que marcaba el pasado lunes en los 6.107 puntos. Y se ha distanciado todavía más de los niveles más bajos que le auguraban los analistas y que situaban, como mínimo, en los 5.900 puntos.

En el mercado de deuda, las primas de riesgo de la periferia se siguieron estrechando, pero a un ritmo muy inferior al de la jornada previa. Así, la prima de riesgo de España pasó desde los 108 puntos básicos del cierre de la jornada de ayer hasta los 105 puntos de hoy (aunque en el peor momento de la semana llegó a rozar los 170 puntos básicos). La prima de riesgo de Italia, por su parte, se estrechó en una dimensión parecida: desde los 196 hasta los 194 puntos básicos (superó los 300 puntos básicos el miércoles).

Las rentabilidades de los bonos cayeron con más fuerza. El interés exigido por los inversores para comprar deuda española a diez años retrocedió desde el 0,84% al 0,73% (frente a los niveles del miércoles, colocados en el 1,25%). El rendimiento de los bonos italianos cayó desde el 1,72% hasta el 1,58%. Pero también bajó el interés de los títulos alemanes, de los más seguros: pasó de un día para otro del -0,25% al -0,33%.

También gran protagonismo tuvo en la jornada de hoy el petróleo. Finalmente, el precio del barril sufrió otro fuerte correctivo. El Brent, de referencia en Europa, cedió un 2%, hasta los 27,89 dólares; mientras que el de West Texas, de referencia en EE UU, cayó otro 7%, hasta los 23,40 dólares. Ello, después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, tratara de limitar la pérdida de valor del oro negro al anunciar una compra inicial de 30 millones de barriles para aumentar las reservas estratégicas de su país.