El Ibex-35 encadena su tercera sesión de ascensos

En el selectivo doméstico, brilló IAG, que se disparó un 10,41%. A continuación se colocó otro valor ligado al sector turístico, Meliá, que se anotó un 8,32%. Entre los mejores, también otra compañía ligada a los viajes, Amadeus, que se anotó más de un 5%. Las ganancias de Aena superaron los dos puntos porcentuales.

Otros valores cíclicos que se comportaron muy bien fueron las acereras, como ArcelorMittal, que ganó un 5,72%, mientras que Acerinox avanzó casi un 3%.

En rojo, los que actuaron en contra del Ibex-35 fueron los grandes valores. Así, BBVA fue el peor del día, con un recorte del 3,93%. A continuación se colocó Telefónica, que bajó también más de un 3%. Santander, por su parte, se dejó un 1,54%, mientras que Iberdrola corrigió un 1,23%.

Además, otros bancos terminaron en negativo, como Caixabank (-1,42%) o Bankinter (-0,3%).

También en Estados Unidos mandaban los números verdes. Al cierre de la sesión europea, el Dow Jones subía un 1,25%, mientras que el S&P 500 ganaba un 0,7%, y el Nasdaq avanzaba un 0,4%. Ello, pese a conocerse un dato de empleo en Estados Unidos que fue mucho peor de lo esperado. De acuerdo con la agencia ADP, el sector privado americano creó 167.000 empleos el mes pasado, frente a la cifra de 2,37 millones de nuevos puestos de trabajo de junio y cuando se esperaba que la primera economía del mundo hubiera recuperado 1,8 millones de ocupaciones en julio. Es un mal precedente para el informe oficial de empleo que se publicará el próximo viernes. Si bien los especialistas explican que ADP recoge los datos con un poco de retraso y que es posible que la información del gobierno termine revelando la creación de alrededor de un millón de nuevos empleos a lo largo del mes pasado.

Tampoco pareció introducir mucha incertidumbre en el mercado bursátil estadounidense -ni tampoco en otros- el anuncio de que el próximo 15 de agosto el Gobierno estadounidense y el chino se reunirán para analizar el cumplimiento del acuerdo firmado a principios de año entre las dos potencias.

Pero pudo ayudar a la Bolsa de Nueva York la noticia de que republicanos y demócratas están trabajando para llegar a un acuerdo sobre un nuevo plan de estímulo a la economía y es posible que éste llegue a finales de esta misma semana. Y también hay que contar con una mejor lectura de lo esperado del ISM del sector servicios estadounidense, que se colocó en los 58,1 puntos en julio.

En todo caso, el ánimo sobre la economía estadounidense era negativo, puesto que el euro escaló hasta niveles de 1,19 dólares. Quizás también apuntalado en las referencias positivas que se conocieron a este lado del Atlántico, con el PMI compuesto (que suma al sector industrial y al servicios) situado en los 54,9 puntos.

En el mercado de materias primas, la depreciación del billete verde cotizó al alza. Así, el petróleo subió más de un 3% a uno y a otro lado del Atlántico. Al cierre de la sesión europea, el barril de West Texas, de referencia en Estados Unidos, se colocaba por encima de los 43 dólares, mientras que el barril de Brent, de referencia en Europa, rozaba los 46 dólares.

El oro, por su parte, se anotaba dos puntos porcentuales, para cambiarse por algo más de 2.040 dólares, máximos históricos, tras haber ganando más de un 30% este año, debido a las dudas económicas por la pandemia, la escasa rentabilidad de los bonos y los temores inflacionistas que siempre acompañan a actuaciones tan magnas como las que están llevando a cabo los bancos centrales.

En el mercado de deuda, significativo estrechamiento de la prima de riesgo de España: al término de la negociación bursátil, se contraía algo más de un 2,5%, para situarse en los 81,70 puntos básicos.