El Ibex-35 cierra 2024 al borde de los 11.600 y «como uno de los mejores de Europa»

El selectivo español ha puesto este martes, en una jornada a media sesión, el broche de oro a un año de alegría y, sobre todo, revalorización. Por segundo año, el club selecto de las 35 mayores empresas de España en términos de liquidez cierra en verde, un hecho inédito desde 2013 y 2014. Una década después, el Ibex encadena una subida del 40,9%, 22,76% en 2023 -el mejor dato desde 2009- y los 14,78% anotados este ejercicio.

Un dato, el de este 2024, que solo es superado por el DAX que ha dado carpetazo a estos doce meses con un 18,85%, aunque el indicador germano no juega en las mismas condiciones que el parqué español. A diferencia de la mayoría de índices, la Deutsche Börse no descuenta dividendos. Si se aplica este mismo patrón en el mercado español, el selectivo seguiría superando a su homólogo alemán con unas ganancias del 20% en 2024, un año en el que la retribución al accionista ha marcado récord.

A pesar del buen comportamiento del Ibex, este se ha quedado a cinco enteros de la barrera psicológica de los 12.000 puntos. Frontera que rompió a principios de mes, pero que no ha logrado volver a romper.

El 2024 ha dejado dos grandes estrellas. IAG ha cogido velocidad de crucero y parece no tener freno. Las acciones del holding de aerolíneas, gracias al boom del turismo, se han revalorizado un 106%. El combustible perfecto para el motor del Ibex-35.

El otro gran ganador del año son los bancos, el sector más alcista en 2024. Una apuesta segura para los inversores protagonizada por el Banco Sabadell y los rumores de la OPA de BBVA. Los cantos de sirena de la entidad bascan han aupado a los títulos de la firma catalana un 79%. Además de Sabadell, CaixaBank, Unicaja y Bankinter han superado el 40% de avance. Santander y BBVA han compartido repuntes próximos al 23%.

Pero las alegrías de estos, no enmascaran los grandes fracasos bursátiles de 2024 representados en Solaria y Grifols. Uno asediado por las posiciones bajistas y el otro, por sus dudas sobre su deuda. Así, la primera es el farolillo rojo del Ibex-35 con una caída del 58%, mientras que Grifols cierra el ejercicion con un -40,8%. Les siguen Acciona Energía (-36,6%); Enagás (-22,8%); Colonial (-21%); Acciona (-18,45%); Cellnex (-14,44%); Naturgy (-13,4%), Repsol (-13%), ArcelorMittal (-12,8%) y Acerinox (-11,3%). Tampoco ha convencido la belleza de Puig, que pone el broche a su debut bursátil con una caída superior al 27%.

La fiesta alcista en España y Alemania también se contagia al resto de vecinos europeos. El Mib italiano es el tercer índice del Viejo Continente con alzas, le sigue el Ftse británico, el Euro Stoxx 50% y el Stoxx 600. Solo el Cac40 francés (-2,15%), debido a la inestabilidad política con elecciones y mociones de censura, ha dado al traste con el pleno alcista.

Los días de vino y rosa en el sector bancario, aún con tipos altos que parecen vislumbrar el final, coronan al sector bancario europeo como el que mejor segmento para los inversores, seguido de cerca por las aseguradoras (18,09%) y las telecomunicaciones (16,17%).

Al otro lado del Atlántico, la victoria de Donald Trump y el despliegue de la inteligencia artificial han calentado los máximos históricos de Wall Street como la bolsa más rentable del planeta. Con una ganancia del 23,8%, el S&P 500 firma su mejor año electoral desde 1980, y ha dejado obsoletas las previsiones que apuntaban a que en 2023 la renta variable estadounidense entraría en corrección. Superiores a los ascensos del índice al que miran todos los gestores son las ganancias del 29,8% que registra el Nasdaq. Un escalón por debajo se sitúa el Dow Jones, que sube un 13%. Una fiesta a la que también se han sumado los índices asiáticos.