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El ruido político pasa de puntillas por la Bolsa española. El Ibex-35 avanzó el viernes otro 0,97%, acumulando una revalorización del 4,16% en el conjunto de la semana hasta los 9.761 puntos. No solo son máximos del año –al rebasar el ... anterior récord de 9.694 puntos de julio– sino que se trata del nivel más alto desde febrero de 2020. El siguiente reto es alcanzar los 10.000 enteros que se tocaron antes de la corriente vendedora provocada por la pandemia.
Las mayores subidas del día fueron para Rovi (+3,48%), Merlin (+3,05%), Endesa (+2,40%), ArcelorMittal (+2,12%), Logista (+2,02%) y Colonial (+1,90%). Por el lado contrario, solo han registrado caídas Acciona (-2,23%), Acciona Energía (-2,23%), Cellnex (-1,06%), Grifols (-0,39%), Unicaja (-0,30%) y Redeia (-0,07%).
Esta es, además, la tercera semana de subidas consecutiva del indicador, que el jueves salvó también un informe de la agencia de calificación Moody's, en el que se advertía sobre el riesgo de los acuerdos de investidura para el perfil crediticio de España «debido al mayor riesgo político». Por otro lado, la agencia también asegura que los pactos son positivos para las comunidades autónomas, sobre todo para Cataluña, por la cancelación parcial de su deuda.
Es cierto que desde la crisis financiera de 2008, las agencias de rating han perdido buena parte de su prestigio a la hora de juzgar la capacidad y los riesgos de los países para financiarse en el mercado. Pero los inversores miran con lupa este tipo de informes. En todo caso, el documento no tuvo apenas impacto en el mercado de deuda, donde suele reflejarse de forma más inmediata este tipo de información. De hecho, la rentabilidad del bono a diez años –que viene a indicar lo que exigen los inversores por comprar deuda de un país– sigue a la baja y ronda el 3,58%, lejos de sus recientes máximos por encima del 4%.
De este modo, los inversores se están dejando guiar por otros factores que estas semanas mueven los mercados mundiales. Sobre todo por el esperado proceso de 'desinflación', con moderaciones del IPC a ambos lados del Atlántico. Esta situación ha reactivado la esperanza de que los bancos centrales pongan fin a las subidas de los tipos de interés. Y ahora el debate vuelve a moverse hacia cuándo se producirán las primeras bajadas. Sobre todo, porque la presión de tipos altos durante más tiempo sigue poniendo en jaque las previsiones económicas del próximo año.
La debilidad del crecimiento está asegurada en prácticamente todas las economías desarrolladas. Una expectativa, la de una menor demanda, que también ha provocado que los precios del petróleo bajen con fuerza estos días. El barril de Brent, de referencia en Europa, vuelve a cotizar por debajo de los 80 dólares.
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