El Ibex se deja un 1,2% en su primera semana de pérdidas del año

Así, y tras el rally de comienzos de año, los inversores aprovechan para recoger beneficios, sobre todo en compañías que venían registrando mejor comportamiento este 2023. El selectivo se ve especialmente dañado por el b ajón que sufre la cotización de Inditex. El gigante textil ha llegado a perder cerca de un 5% en los peores momentos de la sesión, tras el acuerdo salarial alcanzado para sus empleados de tiendas. Finalmente, despidió la jornada con una caída del 4,58% en 27,7 euros por acción.

Las grandes compañías turísticas son otras de las que más presionaron a la baja, con pérdidas del 4,5% para Meliá Hoteles, del 4% para IAG y del entorno del 3,5% para Aena y Amadeus.

Es cierto que el Ibex moderó sus caídas a medida que avanzó la sesión, si se compara con casi el 2% experimentado en los peores momentos de la sesión. Pero la recogida de beneficios fue inevitable. Y eso que el selectivo contó el viernes con el apoyo de grandes valores como Repsol, que se despega de los números rojos con una fuerte subida del 3%, beneficiado por el reciente repunte de los precios del petróleo.

En medio de los recortes de producción rusos, el barril de Brent, de referencia en Europa, sube cerca de un 2% hasta superar los 86 dólares, mientras que el West Texas estadounidense se acerca a los 80 dólares.

Con escasas referencias macroeconómicas capaces de actuar como catalizador de los mercados, los inversores llevan algunos días volviendo la mirada a la lucha contra la inflación de los bancos centrales. Los analistas de Link Securities apuntan a que, en Wall Street, los inversores empiezan ya a aceptar que la lucha contra los elevados precios durará más de lo que se había descontado en un principio.

Y lo mismo sucede en Europa. «El BCE seguirá subiendo los tipos al ritmo de medio punto porcentual al menos en sus dos próximas reuniones», estiman. «El mercado de bonos de la región ya comienza a reflejar esta posibilidad, mientras que el de renta variable todavía no lo recoge, dada la fortaleza que vienen mostrando las cotizaciones de algunos valores/sectores a los que este escenario no beneficia en absoluto», insisten.

Esa premisa de tipos más altos durante más tiempo -y el miedo al negativo impacto en el ritmo de recuperación económica- es lo que ha provocado la subida de las rentabilidades en los mercados de bonos esta semana. En EE UU, el interés del bono a diez años ha pasado del 3,40% al 3,70% en apenas cinco sesiones. Y en Europa el interés del bono alemán supera el 2,35%, desde el 2% que apenas superaba la pasada semana.

Con este telón de fondo, los inversores empiezan a mirar ya al dato del IPC estadounidense que se conocerá el próximo martes, que sin duda marcará el comportamiento de las Bolsas en el corto plazo.