Secciones
Servicios
Destacamos
El repentino miedo a la recesión en EE UU que la pasada semana generó un auténtico caos en los mercados ha dado paso a un cambio de estrategia entre los inversores en divisas. La perspectiva de que la Reserva Federal (Fed) se vea obligada a ... bajar los tipos de interés con mayor contundencia de lo previsto ha venido impulsando la cotización del euro respecto al dólar en los últimos días.
En concreto, la moneda única cotiza ya en 1,103 dólares, máximos desde inicios de año. Y recupera un 1,8% solo en lo que va de agosto, borrando las pérdidas que acumulaba en este ejercicio.
El movimiento se vio animado este miércoles por la publicación de la inflación en EE UU, que ha dado un respiro al moderarse una décima en julio al 2,9%, por debajo también del 3% estimado por los analistas. Se trata además del menor repunte del indicador desde marzo de 2021. La tasa subyacente, por su parte, también bajó una décima al 3,2% frente al año anterior. No se veían esos niveles desde abil de 2021.
Esta moderación de los precios, aunque lejos aún del objetivo del 2% de la Fed, facilitaría al organismo una bajada de tipos en su próxima reunión de septiembre, con el objetivo de amortiguar el riesgo de una recesión en la economía sin descuidar el control de la inflación.
«La inflación acumula cuatro meses consecutivos de ralentización, dando nuevos argumentos para comenzar a bajar tipos», explican desde el departamento de análisis de Bankinter. «Además, la moderación es muy progresiva, lo que no da muestras de frenazo brusco de la economía americana, una de las principales preocupaciones del mercado en las últimas semanas», añaden.
El escenario ha cambiado así por completo frente a hace tan solo unas semanas, cuando el dólar mostraba su fortaleza frente al resto de divisas ante las reticencias de los miembros de la Fed a acometer bajadas de tipos, a las que incluso se ha adelantado el Banco Central Europeo (BCE), que ya en junio rebajó por primera vez desde 2019 su tasa de referencia.
Respecto a la evolución del euro en el año, la divisa comunitaria encaró hasta abril una tendencia bajista que le llevó a tocar un mínimo anual en los 1,06 dólares, si bien desde entonces ha conseguido remontar hasta el punto de cotizar prácticamente plano respecto al cierre del pasado ejercicio.
De hecho, la debilidad que estaba mostrando el euro hasta ahora había desatado cierto temor a la inflación importada, ante el encarecimiento de las compras de materias primas como el petróleo o el gas, que se comercializan en dólares en el mercado internacional.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.