Draghi y la próxima reunión de Xi y Trump dan alas al Ibex-35

La evolución del resto de indicadores bursátiles del Viejo Continente discurrió de manera similar. Aunque el desenlace en otras plazas europeas fue mejor que en la de Madrid. Así, el Ftse Mib de Milán, el más rentable del día, se anotó un 2,46%. Y también el Cac 40 francés y el Dax alemán sumaron más de un 2%. 

En el selectivo español, únicamente siete valores cerraron en rojo. Los peores fueron Bankinter (-2,11) y Bankia (-1,96%). Les siguió Mediaset (-1,93%). Ence, Meliá y CaixaBank también perdieron más de un punto porcentual. Indra, con una caída del 0,84%, completó la lista de valores en rojo.

En verde, mezcla entre valores cíclicos y defensivos. ArcelorMittal fue el mejor, con una subida del 5,93%, seguido de Enagás y Acerinox, que ganaron más de un 3%. Entre los más alcistas, también Telefónica, que sumó un 2,48%. Iberdrola y Repsol sumaron un 1,89% y un 1,80%, respectivamente. 

Esos buenos datos bursátiles, porque el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, afirmó en la reunión anual que el Eurobanco celebra en Sintra que las bajadas de los tipos de interés constituyen un instrumento de política monetaria a su disposición y que la reanudación del programa de compra de activos es también una opción si la inflación no se fortalece. Ello se unía a especulaciones de acuerdo con las que el primer instrumento que usará el BCE de ser necesario será la bajada de los tipos de interés. 

Con la insistencia de Draghi en que habrá apoyo por parte del Eurobanco, además de subidas bursátiles, vimos fuertes descensos de los tipos de los bonos. El rendimiento del título alemán a diez años cayó desde el -0,25% hasta el -0,33%; el de su comparable español retrocedió desde el 0,52% hasta el 0,38%; el del portugués, desde el 0,63% hasta el 0,52%; y el del italiano, desde el 2,30% hasta el 2,10%. 

A ello también contribuyó el dato de confianza del inversor, el índice Zew, que se publicaba por la mañana y que cayó desde los -1,6 de mayo hasta los -20,2 puntos de junio, el peor dato desde finales del año pasado. 

También a la baja se movía el interés del bono americano: desde el 2,08%, hasta el 2,03%. Precisamente, entre hoy y mañana la Reserva Federal norteamericana celebra su reunión ordinaria de política monetaria. «El mercado le está dando una probabilidad del 20% a un recorte de tipos en la reunión del miércoles, y coincidimos en que un movimiento de la Reserva Federal generaría una conmoción considerable, en particular antes de que se produzca la reunión del G-20 a finales de este mes en Osaka», explica Gary Kirk, gestor de TwentyFour AM (Vontobel AM), que añade: «Es probable que en esta reunión la Reserva Federal mantenga la paciencia y que espere a ver el resultado de Osaka y cómo podría afectar al sentimiento subyacente y a los fundamentales de la economía». 

Precisamente, respecto al G-20 hubo buenas noticias: el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, explicó que ha mantenido una conversación telefónica con su homólogo chino, Xi Jinping, y que en ella han concluido que celebrarán una reunión en el marco del G-20. La confirmación de la reunión llega después de que Donald Trump haya amenazado repetidamente con subir los aranceles a China en el caso de que Xi Jinping no se sentara con él en la próxima cumbre del G-20. El mandatario chino confirmó su disposición a continuar negociando con Estados Unidos. 

Todas estas noticias llevaron a que en Wall Street también viéramos fuertes ascensos: al cierre de la sesión europea, el Nasdaq ganaba un 1,8%, mientras que el Dow Jones y el S&P 500 subían alrededor de un 1,35%. Aunque una noticia llevó a que se frenaran los avances: según informa Bloomberg, la Administración Trump exploró la destitución de Jerome Powell el pasado mes de febrero. 

En el mercado de divisas, el euro respondió a la baja: la moneda comunitaria cedía un 0,15% al cierre de la sesión, hasta el nivel de 1,12 unidades.

En el mercado de materias primas, la promesa de estímulos monetarios provocó subidas del crudo. El barril de Brent, de referencia en Europa, subía un 3% al cierre, hasta los 62,76 dólares. El de West Texas, de referencia en Estados Unidos, avanzaba un 4,24%, hasta los 54,13 dólares. El precio del oro, por su parte, se apuntaba un 0,65%, hasta los 1.348 dólares.