Bancos y grandes energéticas pierden 11.000 millones en la semana del impuesto

Las grandes cotizadas de los dos sectores –y, por tanto, también sus accionistas– despidieron la semana con pérdidas conjuntas de 11.000 millones de euros en Bolsa. Si se toma como referencia el cierre del lunes, la sesión previa al anuncio de los nuevos tributos, los números rojos son similares, de 10.794 millones de euros.

Las caídas han sido más acusadas en el sector bancario, con un desplome de 6.456 millones de euros en la capitalización conjunta de las cinco entidades cotizadas en el Ibex-35 (Banco Santander, CaixaBank, BBVA, Bankinetr y Sabadell) desde la jornada del martes en la que se anunció el impuesto. En total, su valor en Bolsa ha pasado de 102.000 millones a 95.948 millones de euros.

Desde la jornada negra que vivieron los bancos el martes, con caídas que superaron el 10% en algunas entidades, el saldo es tremendamente negativo para los inversores. Las pérdidas superan el 8% en CaixaBank, el 7% en Sabadell y Bankinter y el 6,2% en Banco Santander. BBVA resistió mejor la embestida con una caída acumulada desde el martes del 4,2%.

El factor sorpresa ha sido clave en el peor comportamiento del sector, pues el mercado ya descontaba desde hace semanas el tributo a las eléctricas. Además, tal y como recuerda Rafael Alonso, analista de Bankinter, en el caso de los bancos «aún se desconocen los detalles más importantes del plan, como la figura impositiva a aplicar, si será sobre los beneficios o los depósitos, cómo se calculará...». Y la incertidumbre regulatoria, en un entorno como el actual, es el peor enemigo a la hora de atraer inversores.

Las agencias de rating calculan un impacto en beneficios para el sector del entorno del 12%. Y Fitch alertaba estos días que «los bancos españoles ya enfrentaban dudas económicas, con lo que el impuesto, que se aplicaría solo a la actividad doméstica, podría afectar las perspectivas de rentabilidad y disminuir su competitividad frente a rivales europeos».

Por su parte, los gigantes energéticos (Iberdrola, Naturgy, Endesa y Repsol) se dejaron 4.300 millones de euros de capitalización, con Iberdrola como la más afectada copando casi la mitad de esa cifra (-2.184 millones de euros). Por su parte, Naturgy fue la que menos impacto sufrió, con una caída desde el martes del 0,35% que apenas ha restado 96 millones a su capitalización. Iberdrola cedió un 3,4%, mientras que Repsol se dejó casi un 8% en las últimas cuatro sesiones.

El sufrimiento de los accionistas ha sido notable esta semana, en la que el Ibex-35 perdió un 1,9% hasta los 7.945 puntos en pleno repunte del pánico a una recesión y con nuevos informes de instituciones como la Comisión Europea, BBVA Research o la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) disparando sus estimaciones de inflación y recortando las de crecimiento.

El miedo a un corte de suministro del gas ruso también pesa en el ánimo de los inversores, que temen que los países comiencen a tomar medidas de 'economía de guerra' para afrontar la situación. Por si el escenario no fuese ya de por sí complejo, Italia ha agitado también los mercados de deuda, con la crisis de Gobierno que ha terminado con la dimisión del primer ministro Mario Draghi. «Esta inestabilidad en la tercera mayor economía de la zona euro y en uno de los países de la región que presenta mayores desequilibrios fiscales recordó a muchos inversores la pasada crisis de deuda que en su momento solventó el propio Draghi, al frente del BCE», indica Juan José Fernández-Figares, analista de Link Securities. «En estos momentos la capacidad de respuesta del banco central de la región es mucho más limitada, sobre todo porque su principal objetivo es en estos momentos la lucha contra la inflación», añade.

Es más, la tendencia del mercado en las próximas jornadas estará marcada por la importante reunión del organismo monetario del 21 de julio, cuando la institución elevará los tipos de interés por primera vez en once años. La duda es si lo hará en 25 o en 50 puntos básicos. Y, ante esa tesitura, los expertos aconsejan mantenerse al margen del mercado hasta que haya una mayor visibilidad, evitando caer en el error de aprovechar los bajos precios tras las caídas para incrementar posiciones.