El Banco de Inglaterra financiará directamente el gasto del Gobierno británico

Con ello, el Banco de Inglaterra reduce las necesidades de que el Estado tenga que recurrir a los mercados en sus operaciones de financiación del déficit en un momento en que es previsible que las emisiones aumenten porque todos los países se enfrentan a gastos extraordinarios vinculados con la crisis sanitaria y en que los inversores también se prevé que incrementen los intereses exigidos para comprar esa nueva y creciente deuda.

En un comunicado a los mercados financieros, el Gobierno anunció que ampliará el tamaño de la cuenta bancaria que mantiene en el banco central y que normalmente dispone de apenas 370 millones de libras. Esta cantidad se incrementará hasta una cifra ilimitada, lo que permitirá a los ministerios británicos gastar más en el corto plazo sin necesidad de tener que recurrir al mercado primario de emisiones, aunque podrán seguir haciéndolo.

Hay un precedente de este movimiento y tuvo lugar en el año 2008, cuando este fondo, por un periodo muy breve, alcanzó los 20.000 millones de libras.

En esta ocasión, se prevé que el Gobierno recurrirá al Banco de Inglaterra para recabar una gran cantidad de dinero. Como referencia, el Gobierno ha triplicado la cantidad de deuda que quería recabar en los mercados financieros durante el mes de abril desde los 15.000 millones de libras presupuestados hasta los 45.000 millones, según una nueva estimación.

Pero ello no evitará que el Estado realice emisiones en el mercado primario. De hecho, el Banco de Inglaterra, en su comunicado, afirma que el Gobierno continuará utilizando los mercados como su principal fuente de financiación. Además, cualquier dinero que el Gobierno utilice procedente de la autoridad monetaria tendrá que estar restituido antes de final de año. Porque la autoridad monetaria puntualiza que este instrumento de financiación directa será puntual y de corto plazo.

Los programas que tienen en marcha los bancos centrales desde 2008 en apoyo de la economía consisten en la compra de bonos, no directamente a los gobiernos ni a las empresas, sino a través de las entidades financieras, a las que se da financiación a cambio de títulos que tienen en cartera, normalmente de alta calidad crediticia, aunque en los últimos días, el Banco Central Europeo, por ejemplo, ha rebajado los estándares con objeto de que llegue la mayor cantidad posible de liquidez a los mercados en un momento en que escasea por la incidencia de la crisis sanitaria del coronavirus.