Sala principal de la Bolsa de Madrid. Efe

La banca pierde 253.000 accionistas pese al beneficio récord y su acelerón bursátil

La firme apuesta de las entidades financieras por mejorar el dividendo tampoco logra atraer a nuevos socios, dudosos por la incertidumbre regulatoria del impuesto especial sobre el sector

Jueves, 2 de noviembre 2023, 00:34

Ni la mejora de la rentabilidad ni los beneficios récord al calor de la subida de los tipos de interés ni la firme apuesta por reforzar el dividendo. El éxodo de accionistas de los bancos españoles se mantiene en 2023, confirmando una tendencia que en ... los últimos años habrá privado a muchos de beneficiarse del rebote bursátil experimentado por el sector desde la pandemia.

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Y es que, pese al acelerón en el mercado, los seis grandes bancos del Ibex-35 -Santander, BBVA, CaixaBank, Sabadell, Bankinter y Unicaja- han perdido este año 252.659 accionistas, según los informes financieros del tercer trimestre presentados en las últimas jornadas. En total, el número de socios se sitúa en 5,39 millones, desde los 5,64 millones de cierre de 2022, cuando ya se esfumaron cerca de 108.000 inversores.

Banco Santander fue la entidad que perdió un mayor número de accionistas entre enero y septiembre: un total de 211.987, que previsiblemente habrán optado por recoger beneficios tras una revalorización en Bolsa del 24% este año. En total, la entidad presidida por Ana Botín suma 3,70 millones de accionistas. BBVA también perdió 36.649 inversores pese a ser otra de las estrellas bursátiles del año, con una subida acumulada del 34%. Incluso Sabadell, que es la gran sorpresa del Ibex con un avance del 32%, ha perdido 577 accionistas. Más contundente ha sido la sangría en CaixaBank, que sufre la fuga de 15.802 socios hasta dejar el total en 602.004.

Bankinter y Unicaja son las únicas que amplían su base de accionistas pese a su peor comportamiento en el mercado este año

Las cifras generales podrían ser peor de no ser por Bankinter y Unicaja, las únicas que han logrado ampliar -y de forma muy notable-su base inversora, a pesar de ser precisamente las que han registrado un comportamiento más flojo en Bolsa. En concreto, Bankinter ha sumado 7.267 accionistas (alcanzando un total de 62.355) tras ceder un 5% en el mercado. Y Unicaja -que entró en el Ibex en diciembre de 2022- ha logrado atraer a 5.089 en el periodo, hasta los 39.850.

Pese al empuje de estos dos bancos, la tendencia a la baja es evidente y el sector se aleja aún más del listón de los seis millones de accionistas que se alcanzaron por última vez en el tercer trimestre de 2020. Todo en un contexto de beneficios récord -de casi 20.000 millones hasta septiembre, un 24% más- y mejora de las políticas de dividendos, a pesar de las advertencias de los supervisores para que las retribuciones sean «prudentes» y el sector aproveche los buenos resultados actuales para hacer colchón frente a futuras crisis.

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El sector advierte que la inseguridad jurídica implica una prima de riesgo adicional en el mercado frente a otros sectores

El propio Banco de España aseguraba hace unos días que «un 44% de los beneficios obtenidos en 2022 fue destinado al pago de dividendos o a la recompra de acciones». Y, con estas cifras como telón de fondo, alertaba de que el endurecimiento de las condiciones financieras de empresas y familias podría presionar la morosidad. Pero ni por esas. La banca sabe que los dividendos son su principal baza para mantener el interés de los minoristas. Y muchos de los que se hayan salido de estos valores en los últimos tiempos no podrán catar, por ejemplo, el pago en efectivo que Santander abona este mismo jueves, de 8,10 céntimos por acción.

Lastre fiscal

Las mejoras en las políticas de 'pay-out' (porcentaje del beneficio que se destina al dividendo) han sido casi generalizadas. Así que hay que buscar otros factores que podrían estar detrás de la reticencia de los inversores a entrar en el sector. Los analistas apuntan a la incertidumbre regulatoria tras el impuesto temporal sobre los beneficios extraordinarios aprobado por el Gobierno y que el pacto de coalición se plantea hacer permanente. «Su pago es perfectamente asumible, pero contar con una carga fiscal superior a otros competidores puede perjudicar las perspectivas de futuras subidas bursátiles», indican fuentes financieras. «Al inversor no le gusta la capacidad de los gobiernos de intervenir», añaden.

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Los bancos advierten que lo que se destine al pago del impuesto dejará de dedicarse a inversiones y crédito. Y tienen claro que la «inseguridad jurídica» implica una prima de riesgo adicional en Bolsa frente a otros sectores. «Si se pagan demasiados impuestos, la gente se marcha», sentenciaba la presidenta del Santander, Ana Botín, durante una intervención pública esta semana.

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