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El año ha sido de extremos en todas las Bolsas y en la española, en particular. El selectivo doméstico sufrió su peor sesión de la historia, al caer más de un 14% el 12 de marzo, en vísperas del decreto del primer estado de alarma. ... Pero también registró el mejor mes de su historia, el pasado noviembre, cuando recuperó un 25%. En este contexto, Javier Hernani, consejero delegado de BME, calificó, por tanto, de «histórico» el año para el selectivo, especialmente por la «gran destrucción de valor» sufrida entre los máximos del año que el Ibex-35 había marcado cerca de los 10.100 puntos en febrero y los 6.100 a los que cayó en marzo, para luego recuperar parcialmente, sobre todo en noviembre, al calor de las noticias alrededor de las vacunas. Mediado diciembre, el índice se mueve entre los 8.100 y los 8.200 puntos.
Hernani destacó que incluso en estas circunstancias, todos los sistemas del grupo, toda la operativa, «funcionaron al 100%». De esta manera, todos los inversores pudieron encontrar los puntos de liquidez y de formación de precios que necesitaban. Tanto los inversores que necesitaban desinvertir como los que tenían que comprar encontraron contrapartida. El mercado cumplió su misión.
De esta manera, si bien el volumen negociado en Bolsa ha sido durante este año un 8,3% inferior al registrado en 2019, el número de operaciones, de transacciones, se ha disparado un 51% interanual, hasta los 51,2 millones. Los sistemas, destacó Hernani, han aguantado todo este volumen de operaciones y además en niveles de volatilidad muy fuertes, en niveles récord de estrés.
El alto ejecutivo reivindicó también el papel de los mercados para resolver los problemas de liquidez y de financiación de las compañías. Así, en el ejercicio que termina, las ampliaciones de capital se incrementaron un 8%, hasta los 13.143 millones de euros. «Ello señala lo importante que es que las infraestructuras funcionen bien en momentos como éste», ratificó Hernani.
Pero, además de la caída en las acciones (si bien hay que recordar que aunque el Ibex-35 baja un 14% en el año, las pequeñas y las medianas compañías aguantan mejor), los inversores también han visto mermada la retribución que perciben en forma de dividendos. De esta manera, las limitaciones impuestas por la covid-19 han provocado que el importe de los dividendos se hayan reducido un 47,72% con respecto al año anterior, hasta los 14.256 millones de euros. Si bien Hernani ha destacado que algunas compañías presentan unas rentabilidades por dividendo superiores al 7% y que en su conjunto la bolsa doméstica se encuentra entre las líderes en retribución al accionista.
La crisis también ha repercutido en una importante transformación de la estructura sectorial de la Bolsa. Y, así, el sector bancario ha bajado a la tercera posición en términos de ponderación. A cambio, el sector de la electricidad y el gas ha pasado a ser el primero en capitalización bursátil.
En cuanto a la banca, Hernani abundó en que «se encuentra en un momento de reflexión», lo que se está traduciendo en movimientos de fusión. A su juicio, este tipo de operaciones, históricamente, han supuesto un aumento de la liquidez en la compañía combinada en un volumen que siempre ha superado la suma de las partes. En cuanto a los dividendos y a las limitaciones que persisten, Hernani señaló que ello obedece a que los fondos propios siguen en el foco del regulador. Pero mostró la posibilidad de que hagan uso de la modalidad del reparto en scrip (distribución del dividendo en acciones), opción que ya ha sido empleada este año por algunas compañías.
Un aspecto en el que también el año ha sido pobre ha sido en salidas a Bolsa. BME espera que haya más operaciones en el ejercicio 2021, a medida que se instale la recuperación. Pero Hernani afirmó que se requieren mercados competitivos e instó a los reguladores a tener en cuenta que compiten en el espacio europeo. «Tenemos que seguir mejorando. No hay que perder operaciones. Hay que estar en el mercado de manera competitiva y potente. Es lo que nos toca: ser un mercado de referencia para las empresas españolas y también para otras», explicó Hernani.
En cuanto al mercado de renta fija, destacó dos factores: la pujanza de las emisiones verdes, actividad por la que el grupo va a apostar para que haya emisores y emisiones significativas. «Hay una apuesta estratégica de este grupo para ser un sitio en el que financiarse con objetivos ESG», aseguró Hernani. En segundo lugar, destacó cómo el mercado de emisiones de deuda ha sido un ejemplo de colaboración público-privada, por el programa diseñado por el ICO.
Hernani realizó estas declaraciones en su tradicional balance de final de año, éste caracterizado por su celebración telemática. También participó Jos Dijsselhof, presidente de BME, quien destacó cómo este año ha estado marcado por la integración del grupo español en el helvético Six. Asimismo, expuso cómo el grupo participa en una industria que crece a un sólido ritmo del 5% a nivel global y al 3% en Europa. «Es una gran oportunidad de hacer una empresa tecnológica internacional que acompañe a los clientes más lejos a nivel geográfica y para competir en un espacio global», remató Hernani.
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