El Ibex-35 choca con los 7.300 y pone fin a su secuencia alcista

En el selectivo doméstico, Meliá encabezó las ganancias, con una revalorización del 2,11%. Le siguió Siemens Gamesa, con una subida del 1,25%. Inmediatamente después, Cellnex, que se anotó un 0,93%. Entre los títulos al alza, además, Cie Automotive y Ence, que se apuntaron alrededor de un 0,7%.

En el otro lado de la tabla, IAG fue el valor más bajista, con un descenso del 4%. Después se situó ArcelorMittal, que retrocedió un 3,38%. Acto seguido, varias entidades financieras, que fueron las que más presionaron a la baja al indicador y determinaron su cierre en negativo: BBVA perdió un 2,77%, mientras que CaixaBank se dejó un 2,19%, y Santander perdió un 2,03%.

Otro de los grandes valores que terminó en rojo fue Repsol, que bajó un 2%.

En el resto del Viejo Continente también dominaron los números rojos. El peor de todos fue el Ftse 100 británico, que retrocedió un 1,5%. Mientras, las caídas del Ftse Mib de Milán rondaron el 0,9%. El Dax alemán y el Cac 40 francés bajaron alrededor de un 0,5%.

Este comportamiento en el Viejo Continente, mientras en Wall Street se respiraban dudas. El Dow Jones, al cierre de la sesión europea, se dejaba un 0,2%, pero el S&P 500 sumaba un 0,10%, mientras que el Nasdaq ganaba cerca de un punto porcentual. Ello, ante varias noticias publicadas al otro lado del Atlántico. Del lado macroeconómico, las nuevas solicitudes de subsidios de paro cayeron por debajo del millón la semana pasada por primera vez desde mediados del pasado marzo. En concreto, alcanzaron las 963.000, en comparación con los 1,2 millones de la semana previa. El consenso de analistas había previsto que la cifra se colocara en los 1,1 millones.

Pero sigue sin haber acuerdo entre republicanos y demócratas para poner en marcha un nuevo paquete de estímulos. De acuerdo con Sergio Ávila, de IG, el buen dato de paro no era suficiente para que todos los índices de Wall Street cotizasen con avances, ya que los inversores siguen pendientes de ver cuándo llega el acuerdo político para la aplicación de los nuevos estímulos.

Y, además, las tensiones diplomáticas entre China y Estados Unidos continúan presentes: las delegaciones de ambos países mantendrán un encuentro el próximo sábado para evaluar los resultados del acuerdo de fase 1 y parece que el gigante asiático no ha podido cumplir con su parte por culpa del coronavirus. Según Adam Vettese, de eToro, ante esta reunión crucial del fin de semana, «los inversores en Asia confían en el hecho de que no afectará negativamente al comercio».

Asimismo, la Casa Blanca ha decidido mantener los aranceles a productos europeos como represalia a las ayudas recibidas por Airbus. De esta manera, el volumen de productos europeos sujetos a estas medidas continuará en los 7.500 millones de euros y la tarifa seguirá en el 15% para los componentes aeronáuticos y en el 25% para el resto. Pero Washington sí modificó el listado de productos afectados, eliminando algunos de Grecia y Reino Unido e incorporando otros de Francia y Alemania.

En el mercado de materias primas, descensos para el crudo. Tanto el barril de Brent como el de West Texas sufrían al cierre caídas de entre un 0,7% y un 0,8%, pero el primero lograba mantener los 45 dólares y el segundo, la cota de los 42. En la sesión se conocía que la Agencia Internacional de la Energía (AIE) ha revisado a la baja por primera vez en varios meses su previsión de demanda mundial de petróleo para 2020, hasta una media de 91,9 millones de barriles al día, lo que supone un descenso de 140.000 barriles diarios respecto a su último pronóstico. Ello, como consecuencia del impacto de la pandemia sobre el transporte, muy en especial sobre la aviación.

En tanto, el oro volvía a subir: el precio de la onza registraba al término de la sesión europea un ascenso de alrededor de un 0,3%, para colocarse en los 1.940 dólares. Aunque continúa lejos de los 2.000 dólares sobre los que la semana pasada marcó máximos históricos.

En el mercado de deuda, la prima de riesgo de España se ampliaba un 3,5% para acercarse a los 80 puntos básicos desde los 75 en que comenzaba la jornada. La rentabilidad del bono español a diez años repuntó en un solo día del 0,30% al 0,37%.