La normalidad… negativa vuelve a las bolsas europeas

Por eso, para los profanos en cuestiones bursátiles lo ocurrido este miércoles previo a las jornadas festivas de Semana Santa podría no tener una explicación lógica, al verse hoy más índices en rojo que en la víspera. Sin embargo, es más bien un efecto espejismo, pues hablamos de variaciones muy leves al alza o a la baja. La única excepción a esos movimientos tan pequeños sobre los parquets europeos se registró en la Bolsa de Milán donde el FTSEMIB italiano bajó un 1,26%, penalizado sobre todo por los problemas de varios bancos nacionales (Unicredito, BM e Intesa San Paolo).

En el resto, ni siquiera los analistas se pusieron de acuerdo en si cabría aplicar esta vez la conocida consigna de no news, good news, es decir, que la falta de noticias relevantes sería en sí mismo un hecho positivo para los mercados al dotarles de una tranquilidad que venían precisando hace días tras casi dos semanas de recuperación después de un inicio de año muy malo. No obstante, sí podría verse cierto hilo conductor en las caídas mirando a un precio del petróleo que está otra vez a la baja.

El descenso del coste del barril de crudo no fue significativo -entre 1 y 1,3 dólares menos, según se tratara del europeo Brent o el norteamericano Texas-, hasta el punto de que parece tener un suelo sólido en los 40 dólares, pero sí resulta suficiente para penalizar a las compañías energéticas en unos mercados que vuelven a estar sin referentes claros donde invertir. La banca, que era otra de las opciones a las que acudir en las últimas semanas, volvió a darse la vuelta y sus cotizaciones entraron en rojo porque un escenario cada vez más plausible de tipos de interés en negativo parece haber pillado a muchas entidades sin planes de salvaguarda.

Mensaje del BCE

Desde el Banco Central Europeo (BCE) les instaron por ello este mismo miércoles a ajustar sus modelos de negocio para no perder rentabilidad si el precio barato del dinero se mantiene indefinidamente en la zona euro, sin olvidar también el lastre que suponen los créditos problemáticos que aún arrastran. No obstante, la presidenta de su consejo de supervisión, Danièle Nouy, se mostró confiada en que tienen margen de maniobra para realizar cambios y, además, podrían trabajar de forma más eficiente.

A la espera de que eso ocurra, en España el índice selectivo Ibex-35 cayó un 0,72% al cierre de la sesión y perdió el nivel psicológico de los 9.000 puntos (quedó en 8.927) arrastrado por la depreciación de bancos como Bankinter (-1,52%), BBVA (-1,88%), Bankia (-1,97%), Caixabank (-1,90%), Santander (-2,13%) y también Popular (-2,94%). Exceptuando lo ocurrido en Milán, fue el mayor descenso de la jornada entre las principales plazas europeas, por encima de París (donde el CAC 40 francés bajó un 0,18%) y del selectivo continental (el Eurostoxx 50 descendió un 0,29%).

Del lado positivo, un día más la Bolsa de Francfort lideró las subidas (un 0,33% el DAX alemán), delante de Londres (0,10% el FTSE 100 británico), Rotterdam (0,05% el AEX holandés) y Bruselas (donde el Bel 20% se alzó un 0,11% pese a los atentados perpetrados el martes). El euro, por su parte, se depreció levemente frente al dólar para terminar el día con un cambio de 1,11 unidades de la divisa estadounidense. Finalmente, en las primas de riesgo hubo subidas generalizadas, aunque moderadas, que dejaron la nota española en 134 puntos (un 2% más que en la víspera).