El Ibex-35 supera los 11.200 puntos sin mucho entusiasmo

Afortunadamente, fue algo que los jefes de Estado y de Gobierno del euro descartaron. Pero ahí queda. Y aún no sabemos cuáles pueden ser las consecuencias de ello. Quizás sí una de ellas: como decía hoy mismo el influyente columnista de Financial Times Wolfgang Münchau, en cada nueva crisis, volverá a aparecer el fantasma del "Grexit".

Sea como sea, Grecia y Europa llegaron a un acuerdo a las nueve de la mañana, tras haber estado prácticamente 24 horas seguidas de negociación, entre Eurogrupo y Cumbre. O, mejor, Europa, sobre todo Alemania, Finlandia y algunos países del este, llevaron a Grecia contra las cuerdas para que aceptara tomar durísimas medidas, además de inmediato y que, en la práctica, suponen una importantísima merma de su soberanía.

Pese a todo, como apunta Diego Jiménez-Albarracín, de Deutsche Bank, aún quedan muchas incógnitas para que el acuerdo pueda entrar en vigor y Grecia pueda hacer frente a sus pagos más inmediatos: el rescate ha de aprobarse en los Parlamentos nacionales, incluido el griego. Puede haber crisis de Gobierno o dentro del grupo parlamentario, porque hay diputados de Syriza contra las medidas.

También se puede descolgar del Ejecutivo el partido aliado al de Tsipras. Podría haber hasta elecciones anticipadas antes de final de año. Como siempre que hablamos de Europa, puede haber sorpresas. El pago más importante es el que debe realizar el próximo 20 de julio al Banco Central Europeo. ¿Recibirá el dinero suficiente para lograr hacer frente a esas obligaciones? En la tarde del domingo se especulaba con la posibilidad de que el Eurobanco aceptara un retraso en el pago. Por lo pronto, en la jornada de ayer decidió mantener la línea de liquidez de emergencia a la banca griega, mantener, es decir, no incrementar.

Subidas generalizadas, pero cautas

Pese a todas las dudas que aún persisten alrededor de Grecia y el acuerdo al que finalmente llegaba con sus acreedores justo cinco minutos antes de la apertura de los mercados del Viejo Continente, los inversores optaron por las compras, sobre todo de Bolsa. De todas las Bolsas. En el Ibex-35, el avance hizo posible la recuperación de los 11.200 puntos. El indicador dio un último cambio en los 11.224,20 puntos, tras anotarse un 1,70%. Al selectivo español le ganó en rentabilidad el Cac 40 francés, que se anotó un 1,94%, mientras que el PSI-20 de Lisboa ganó un 1,80%. El Dax alemán, por su parte, ganó un 1,5%, mientras que el Ftse Mib de Milán y el Ftse 100 británico ganaron alrededor de un punto porcentual.

Fue una celebración del acuerdo bastante moderada si tenemos en cuenta las fuertes caídas que desencadenaron las malas noticias previas. Por ejemplo, la convocatoria del referéndum o el "no" cuando se celebró. De hecho, el Ibex-35 no recuperó todavía los 11.372 puntos en que cerraba horas antes de que el primer ministro griego, Alexis Tsipras, convocara la consulta popular.

En el selectivo español, todos los valores terminaron la jornada en positivo. El que más ganó fue IAG, con una revalorización cercana a los cinco puntos porcentuales. OHL también ganó más de cuatro puntos porcentuales. Acerinox se colocó después, con una revalorización del 3,71%. Un buen número de valores cerraron la sesión con ganancias de más de dos puntos porcentuales. Por ejemplo, Gamesa, que se anotó un 2,81%, mientras que Dia ganó un 2,74%. ACS y Bankia avanzaron alrededor de un 2,7%. BBVA y el Santander subieron un 2,31% y un 2,13%, respectivamente.

Entre los grandes, buenos resultados para Repsol, para Inditex y para Telefónica, que ganaron un 1,48%, un 1,42% y un 1,41%, por ese orden.

Entre los grandes, el peor fue Iberdrola, que se anotó un 0,10%. Sólo un valor lo hizo peor: el Popular, que ganó un 0,10%. Y muy pocas más compañías terminaron la jornada con subidas de menos de un punto porcentual: Red Eléctrica, CaixaBank, Gas Natural y Endesa.

En el Índice General de la Bolsa de Madrid, Ercrós encabezó las subidas, con ganancias de casi un 16%. Después, General de Inversión, que ganó un 7,86%, y GAM, que se anotó más de un 6%. En negativo, el peor, Urbas, que retrocedió un 5,26%.

Mejoras relativas en el mercado de deuda

En el mercado de deuda, también vimos mejoras, es decir, caídas en las rentabilidades de los bonos, aunque por la mañana subían. El rendimiento del bono español a diez años bajó desde el 2,14% hasta el 2,10%, mientras que el del bono italiano retrocedió desde el 2,15% hasta el 2,11%. Mucho más abultado fue el efecto en la deuda portuguesa: el interés del bono luso retrocedió desde el 2,88% hasta el 2,78%. Y todavía mayor, el que tuvo lugar en el bono griego: el rendimiento de su diez años bajó desde el 13,73% hasta el 12%.

Si lo que ocurrió en el mercado de deuda periférica fue más o menos el previsto, no ocurrió lo mismo con la deuda "core". Era lógico pensar que el rendimiento de la deuda alemana subiría, al reducirse el nivel de riesgo existente en los mercados, pero volvió a caer: la rentabilidad del bono germano a diez años bajó desde el 0,90% hasta el 0,86%.

Por eso, en las primas de riesgo, a excepción de en la portuguesa y en la griega, no vimos prácticamente alivio: la de España se mantuvo en el entorno de los 125 puntos básicos, como la de Italia.

En el mercado de divisas, el euro cayó con fuerza tras conocerse el acuerdo. Bajó, de repente, desde niveles de 1,1160 hasta 1,1050 dólares, primero, y después hasta 1,103 unidades.

En Estados Unidos, al cierre de los mercados del Viejo Continente, los índices subían alrededor de un punto porcentual, gracias al acuerdo en Europa, pero también al rebote que continuaba en China, y pese a las caídas del precio del petróleo.