Lagarde cuestiona la rebaja del IVA del Gobierno y anticipa tipos altos hasta 2025

Así lo indicó Lagarde durante una entrevista en el programa 'Espejo Público', donde indicó que, tras la rápida subida de los tipos de interés en apenas unos meses (han pasado del 0% antes de la primera subida de julio al 3% actual) «la inflación sigue siendo demasiado alta y lo que es seguro es que haremos todo lo que sea necesario para reducirla».

Aunque mantiene el mensaje de que las próximas decisiones dependerán de los datos macro que se vayan conociendo, las estimaciones del BCE pasan por que la inflación no baje al objetivo del 2% hasta 2025. «Será ahí cuando los tipos de interés vuelvan a bajar», aseguró.

Es decir, a las familias aún les quedan unos años soportando préstamos más caros como consecuencia de la política monetaria aplicada. «Es evidente que si aumentamos los tipos, los costes de los bancos serán más altos y cobrarán más a aquellos que piden préstamos, pero es la herramienta que tenemos contra la subida de precios», justificó Lagarde.

Ante la resistencia que está mostrando la inflación en los últimos meses, espera observar una reducción más notable de los precios en marzo, aunque solo sea por efectos de base, al compararse con el periodo en el que comenzó la guerra en Ucrania el pasado año. «Estamos seguros de que bajará, pero aún es demasiado elevada. Tardermos en reducir los precios. La inflación es como algo malo que entra en el cuerpo y va infectando todo», advirtió.

La presidenta del BCE también ha querido dejar claro que nunca volveremos a ver la anomalía de tipos negativos de los últimos años. Así que, con un euríbor que despidió febrero en el 3,53% de media y la perspectiva de tipos más elevados, los hipotecados seguirán sufriendo el encarecimiento de sus cuotas.

Consciente de esta situación, Lagarde recordó que la mayoría de los préstamos firmados en España en los últimos años han sido a tipo fijo (que no se ven tan impactodos por el alza del euríbor). Y lanzó un mensaje para aquellos que ahora sufren el repunte del indicador: «Sé que es duro para muchas personas, pero las hipotecas a tipo variable se han beneficiado de tipos muy bajos en los últimos años, y los bancos están abiertos a renegociar los términos de sus préstamos». «Los hipotecados pueden ver esas opciones para evitar caer en un punto muy complicado», indicó.

En este punto, la presidenta del BCE no quiso esquivar las recientes críticas de Unidas Podemos, que acusó al organismo de 'terrorismo monetario' por la rápida escalada del precio del dinero, algo que derivó en la propuesta del socio de coalición para topar las hipotecas. «Yo no soy ninguna terrorista», zanjó Lagarde durante la entrevista, reconociendo que en los últimos meses sí se ha detectado un parón en el volumen de préstamos que piden las familias y empresas a laos bancos. «Creo que la gente opta por tirar de sus ahorros antes que acudir al banco», indicó.

Precisamente, ese «amortiguador» de la demanda es acorde con lo que el BCE intenta hacer con su política monetaria que, a juicio de Lagarde, «ya se está transmitiendo a la economía».

Lagarde también criticó que el encarecimiento aplicado por los bancos a los préstamos no se haya trasladado con la misma intensidad a la remuneración del ahorro en España. Ante esta situación, insistió en la urgencia de que «los clientes aborden, negocien, esta situación con sus banqueros». «Si no, siempre puede cambiar de banco», sentenció.

Medidas del Gobierno

Descartando una recesión en la zona euro «en general», el BCE considera que la economía española se encuentra en mejor situación que otros países de la región en términos de PIB o de inflación. Pero advierte que «aún no se ha recuperado del todo frente a niveles anteriores a la pandemia y queda mucho por hacer», sobre todo -según indicó- en materia de desempleo.

Respecto a las medidas aplicadas por el Gobierno para limitar el impacto de la inflación sobre el bolsillo de los consumidores, Lagarde se mostró crítica con que algunas de ellas no se hayan limitado a los más vulnerables. Por ejemplo, la rebaja del IVA aplicada sobre algunos productos básicos podría tener elementos contraproducentes. Según explicó, «aunque es una de las herramientas más fáciles para reducir los precios, tiene dos problemas». El primero, «que beneficia a todo el mundo, ya sean ricos o pobres». El segundo, «que en algún momento tendrá que volver a subir y eso determinará, de nuevo, una subida de los precios». «Entiendo por qué se hace pero no es la herramienta ideal», expresó.

Más positiva se muestra con otras medidas aplicadas a colectivos concretos, como el cheque de 200 euros o el alza del salario mínimo. «Tienen objetivos claros para aquellos de menores ingresos». En este punto, la presidenta del BCE aprovechó para trasladar que, en el entorno actual de beneficios empresariales y subida de los precios, «sindicatos y empresas deben sentarse a negociar y esperamos que eso pueda tener lugar en España».

Eso sí, sin caer en el círculo vicioso, y tan temido, de los efectos de segunda ronda en el que los mayores salarios acaben por implicar un nuevo repunte inflacionista. Algo que sí puede ocurrir con otras medidas adoptadas como la subida del 8,4% d elas pensiones. En este punto, Lagarde abogó de nuevo por aplicar las mejoras a los colectivos más vulnerables (pensiones mínimas, por ejemplo).

Para terminar, la presidenta del BCE aprovechó su presencia en España para reclamar un mercado único de capitales en la zona euro, en un momento de extrema polémica por la decisión de Ferrovial de cambiar su sede de España a Países Bajos para, según indican desde la compañía, facilitar su objetivo de cotizar en EE UU.

Sin entrar a valorar este caso concreto, Lagarde sí dejó claro que «las grandes empresas quieren diversificar, expandir sus mercados... pero no lo pueden hacer en un mercado fragmentado como el europeo», con diferentes bancos, idiomas, reglas impositivas, etc.