La inflación se redujo al 2,5% en junio, un dato que llega a las puertas de la reunión del BCE

En España, los precios se mantuvieron por encima de la media europea en junio (3,6%), una cifra que la sitúa entre los países del euro con los precios más altos. En lo más alto de la tabla se encuentra Bélgica, con una inflación del 5,4%, seguida de Rumanía (5,3%) y España y Hungría, ambas con una tasa del 3,6%.

La evolución de la inflación ha sido mínima respecto a mayo, lo que sumado a la evolución de la tasa subyacente -aquella que excluye la energía y los alimentos no procesados y que se mantiene en el 2,8%- hace que no se esperen cambios en la política del BCE. La institución monetaria rebajó ligeramente los tipos en junio -del 4,5% al 4,25%- tras nueve meses congelados.

Se espera que los precios sigan reduciéndose gradualmente a lo largo de 2024 y que se sitúen cerca de su mandato del 2% en la segunda mitad de 2025. Con todo, la presidenta del BCE, la francesa Christine Lagarde, advirtió de que el camino para reducir la inflación «estará lleno de baches» y que los precios aún serán persistentes durante el resto del año.

La inflación evoluciona de forma desigual en los Estados miembros de la Unión Europea. Así, Finlandia registró la tasa más baja (0,5%), seguida de cerca por Italia (0,9%) y Lituania (1%). Comparado con el mes de mayo, la inflación cayó en diecisiete países de la UE, se mantuvo estable en uno y creció en nueve. En junio, los servicios fureon el sector que más presión añadió a la inflación, con un crecimiento del 1,84%, seguido de la comida, el alcohol y el tabaco (0,48%).