La inflación de los alimentos repunta al 1,9% tras la subida del IVA

La tasa general de inflación (IPC) subió tres décimas en octubre hasta el 1,8% después de cuatro meses de bajadas por la recuperación del IVA de los alimentos, pero también por el precio de los carburantes y la electricidad, que sube poco pero más que en octubre del año pasado. Es una tasa que aún está por debajo del objetivo de precios del Banco Central Europeo (BCE) pero el repunte pone de relieve que la crisis inflacionista no está tan controlada en España como se preveía.

La tasa subyacente también sube una décima respecto a septiembre, quedándose en el 2,5%. Es considerablemente más baja que el 3,5% de octubre de hace un año, y es el mejor dato desde marzo de 2021 -a excepción de septiembre- pero sigue siendo más alta que la inflación general, lo que sigue reflejando que los elementos menos volátiles de la cesta (excluye alimentos frescos y productos energéticos) siguen anclados desde hace meses.

Volviendo a los alimentos, los precios de esta partida llegaron a marcar subidas de hasta el 16,6% en febrero de 2023, pero desde entonces comenzaron una paulatina desescalada hasta los niveles actuales. Aún así la tasa de alimentos sigue por encima de la inflación general, aunque en cotubre solo les diferencia una décima.

Al comparar con los precios de ciertos alimentos de hace un año, lo que más ha subido es el chocolate (21% más) y los zumos (15% más). El aceite de oliva, por su parte, registró en octubre un aumento interanual de sus precios del 4,2% y acumula desde enero de 2021 una subida del 163%, es decir, se ha casi triplicado su precio desde el comienzo de la crisis inflacionista.

El tipo de IVA que se aplica desde el 1 de octubre al aceite y oliva y otros productos básicos como la leche, la fruta, las hortalizas, los huevos o el pan ha pasado del 0% al 2%. Del mismo modo, el de la pasta y los aceites de semillas -como el de girasol- ha subido del 5% al 7,5%. Cabe recordar que antes de que el Gobierno pusiese en marcha la medida allá por enero de 2023, los tipos superreducidos aplicados a los alimentos básicos eran del 4%. Y el aceite, con un IVA del 10% por entonces, no se incluía en la cesta de 'básicos', algo que sí sucede ahora y que se mantendrá cuando en enero de 2025 el gravamen recupere los niveles previos a la crisis inflacionista.