Los impuestos a energéticas, bancos y millonarios, validados en el Senado casi sin cambios

En esta última parte de la tramitación parlamentaria apenas hay cambios en una normativa con la que Hacienda prevé recaudar unos 10.000 millones de euros en dos años: 3.500 millones cada ejercicio en el caso de las empresas y 1.500 millones en el de los grandes millonarios de España. En cualquier caso, tanto energéticas como entidades han anunciado su intención de recurrir el tributo si cuando se apruebe definitivamente, consideran que va en contra de sus intereses.

Arrimar el hombro de las energéticas

La de «arrimar el hombro» fue la expresión utilizada por todo el Gobierno, incluido el presidente, Pedro Sánchez, desde el momento en el que anunció el nuevo impuesto allá por el mes de julio, en el debate sobre el Estado de la Nación. A pesar de las dudas y la presión generada en todo el sector, desde donde insisten en que no tienen beneficios extraordinarios por la subida del precio de la luz o el gas, el impuesto gravará un 1,2% de la facturación anual de las compañías del sector que facturen más de 1.000 millones de euros anuales, tomando como referencia los ingresos de 2019.

La única diferencia del resultado final de este impuesto con respecto al texto inicial presentado por el Gobierno fue la introducida en el trámite parlamentario por el PNV para que se dejara fuera del impuesto los negocios regulados (por ejemplo, las actividades que ofrecen las tarifas de luz y gas reguladas), así como los obtenidos fuera de España en sus actividades en el extranjero. La recaudación, por ello, se quedará algo por debajo de los 2.000 millones anuales previstos.

Subidas de tipos en los bancos

En este caso se aplicará una tasa del 4,8% sobre el margen de los intereses y las comisiones que cobran las entidades financieras que en el año 2019 hubiesen ingresado más de 800 millones de euros. En este caso, la tramitación del Congreso incluyó también la actividad de los bancos extranjeros con presencia en España. En el caso de los grupos consolidados, la carga solo se aplicará sobre el negocio generado en el país. Este cambio deja fuera en la práctica a las empresas extranjeras, ya que ninguna de ellas llega a los 800 millones exigidos.

Millonarios y el dilema con Patrimonio

El impuesto solidario sobre las grandes fortunas afectará a los patrimonios a partir de 3 millones de euros de riqueza neta, con un mínimo exento de 700.000 euros que elevará hasta los 3,7 millones de patrimonio el umbral a partir del cual se aplique. Lo más importante es que el nuevo tributo sustituirá a Patrimonio en aquellas comunidades autónomas que bonifiquen parcial o totalmente el tributo original y recaudará unos 1.500 millones anuales.

Con el paso de las semanas, sin embargo, PSOE y Unidas Podemos decidieron incluir una cláusula que permitirá al Ejecutivo prorrogar su duración o incluso convertirlo en permanente si así se considerase. Hacienda, de hecho, avisó a Bruselas en el Plan Presupuestario remitido en octubre de la posibilidad de llevar a cabo esta revisión.