La huelga de estibadores en EE UU amenaza con otra crisis de precios mundial

Una huelga que según JPMorgan le costará a la economía estadounidense unos 5.000 millones de dólares al día. Además, destacan que por cada semana de parón la disponibilidad de la flota mundial de buques irá cayendo hasta poder desplomarse un 15% si la huelga se convierte en indefinida. La estimación es que cada semana de huelga generará retrasos en los envíos de entre cuatro y seis semanas.

Pero el acuerdo entre las partes es difícil: la Asociación Internacional de Estibadores (ILA) exige subidas salariales del 77% en los próximos seis años, entre otras medidas; mientras que la Alianza Marítima de Estados Unidos, la patronal de los puertos y empresas navieras, ofrecen un aumento muy inferior, de alrededor del 40% hasta 2030.

La huelga, que podría sumar a unos 45.000 trabajadores y llegar a afectar a más de 30 puertos que manejan la mitad de las importaciones que llegan a Estados Unidos, provocará que productos muy variopintos, desde fruta, hasta ropa e incluso automóviles lleguen con semanas de retraso a sus destinos. Y no solo más tarde, sino a un coste mayor, lo que avivaría otra crisis inflacionista ahora que estamos despidiendo la anterior y los bancos centrales (como la Fed y el BCE) han comenzado a bajar los tipos de interés precisamente por ello.

Este conflicto puede escalar a nivel internacional y crear unos cuellos de botella en el comercio mundial que arrastre a otra crisis de precios por la falta de oferta, similar a la crisis de suministro que se produjo cuando finalizó el periodo más duro de la pandemia y la demanda se recuperó. Además, el parón se suma a los problemas de comercio que ya se estaba sufriendo por la crisis del Mar Rojo y que ha obligado a redirigir rutas comerciales con el consecuente aumento de los costes.