Hacienda ve en los beneficios de Santander e Iberdrola un espaldarazo a su impuesto

El calendario ha querido que las cuentas de ambas compañías salieran a la luz este miércoles, el mismo día en el que la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, defendía los Presupuestos de 2023, en los que se incluye el gravamen sobre los ingresos de estas firmas. Montero considera que los resultados conocidos hasta ahora (este jueves serán públicos los de Sabadell, y el viernes los de CaixaBank y BBVA, entre otros) «legitiman» la decisión del Gobierno de aprobar el impuesto para hacer frente al gasto por la crisis actual.

Los beneficios de Santander e Iberdrola -dos de las compañías más relevantes en cada uno de sus sectores- ha supuesto un espaldarazo moral a las intenciones del Ejecutivo. Aunque fuentes gubernamentales admiten que jurídicamente será mucho más complicado el camino que pueda recorrer el nuevo impuesto. Primero, porque las empresas afectadas no descartan pleitear en los juzgados. Y, además, porque la Comisión Europea ha propuesto otro modelo que grave los beneficios y no la facturación de las compañías, como pretende el proyecto de ley en tramitación.

El consejero delegado de Banco Santander, José Antonio Álvarez, no quiso este miércoles entrar a valorar la intención del Ejecutivo con este impuesto. Pero sí cuestionó que el tributo que ha puesto en marcha Hacienda se aplique sobre los ingresos y no sobre los beneficios que obtenga el grupo.

La entidad presentó este miércoles un beneficio de 7.316 millones de euros en los nueve primeros meses del año, un 25% más que el año anterior. Nunca antes había ganado tanto en ese periodo. Y todo a pesar de prever un mayor deterioro macroeconómico en los próximos meses, en un entorno de elevada inflación y «recesión suave» en algunos países, entre los que la entidad no incluye, al menos de momento, a España.

El banco comandado por Ana Botín se encamina así a cerrar un ejercicio histórico gracias al positivo impacto que está teniendo en sus cuentas la subida de los tipos de interés por parte del Banco Central Europeo (BCE) y la mejora de la actividad, además del efecto positivo del tipo de cambio en algunas regiones como Brasil, EE UU y México.

De hecho, Álvarez ve margen para que el banco siga mejorando en 2023, tanto en rentabilidad como en beneficios. También en España, donde la entidad duplicó sus ganancias hasta 1.104 millones, pese a provisionar 200 millones para protegerse frente al deterioro de la economía.

Por su parte, el presidente de Iberdrola, Ignacio Galán, recordó este miércoles que la firma dará batalla en los tribunales si el Gobierno decide seguir adelante con su impuesto sobre las energéticas. Si sale adelante como está planteado ahora mismo, Iberdrola hará «lo que ha hacho en el pasado siempre, defender los intereses de los accionistas y acudir a los tribunales». Galán considera que el gravamen «va contra las directivas europeas».

Hasta septiembre, el beneficio de Iberdrola ha mejorado un 29% al superar los 3.104 millones de euros entre todos sus negocios. Estos registros contrastan con la caída del negocio de la energética en España, donde su resultado ha retrocedido un 14%. La caída del beneficio del negocio español se debe a la aplicación de una sentencia que obliga a pagar 206 millones; la escasa producción eólica e hidroeléctrica en lo que iba de año; y, alega, «medidas regulatorias y fiscales» que han detraido las cuentas de lo que va de año.