El Gobierno negocia para que Reino Unido suavice la cuarentena a los viajeros

Hay mucho en juego y la industria que más riqueza aporta a la economía española (en 2019 sumó un total de 176.000 millones de euros anuales que representan el 14,6% del PIB, además de generar 2,8 millones de empleos) contiene la respiración. No en vano, son hasta 18 millones los británicos que visitan cada año España, movidos, principalmente, por el sol y las playas.

Desde Moncloa defienden la situación epidemiológica del país, y en contra de lo dictado por las autoridades británicas, sostienen que «España se encuentra en un escenario de control». Es más, añaden, «estaba previsto que aparecieran brotes y se están detectando precozmente y controlando, de acuerdo con el plan de respuesta temprana acordado con las comunidades autónomas». Ningún país europeo se libra de los rebrotes –en Alemania ya se habla de una segunda oleada–. Ytampoco el Reino Unido va a la zaga a la hora de aplanar la curva de contagios (ayer notificó 14 fallecidos, la cifra diaria más alta de toda Europa).

El Ejecutivo español basa sus argumentos en datos: «Las camas de agudos están por debajo de 1.500 pacientes y los críticos, en torno a los 160»; «Los fallecidos por la Covid-19 con fecha de defunción en los últimos siete días suman en España 10 personas» y «ya se han hecho más de cuatro millones de PCR».

Según manifestó este domingo la titular de Exteriores, Arancha González Laya, se está trabajando y conversando con Reino Unido y los países de la UE para recalcar la confianza que ofrecen los destinos turísticos españoles. En concreto, se busca que al menos puedan excluir de sus medidas de cuarentena a las Islas Baleares y a las Islas Canarias. Dos son sus argumentos: «En principio respondiendo a la especificidad de ambas, territorios insulares, muy controlados y, en segundo lugar, atendiendo a los datos epidemiológicos en Baleares y Canarias que están muy por debajo de los datos epidemiológicos en el Reino Unido».

La decisión de Londres ha tenido efectos inmediatos. El primero a nivel personal. Y es que los turistas de este país que se encontraban en España cuando empezó a aplicarse la medida restrictiva desconocían que deberán someterse a una cuarentena de 14 días al regreso a sus hogares. No obstante, el ministro británico de Exteriores, Dominic Raab, rechazó cualquier tipo de disculpa por la drástica opción que ha adoptado su Gobierno. «Se ha actuado rápida y decisivamente», justificó.

A nivel de negocio, el turoperador TUI, uno de los principales de Europa, anunció este domingo que suspende sus paquetes de vacaciones a España hasta el próximo 9 de agosto, con excepción de las Islas Canarias y Baleares.

La medida británica no es una decisión aislada en el continente, aunque sí una de las más drásticas. El Gobierno irlandés también ha decidido mantener la cuarentena de 14 días a los viajeros con origen en España, aunque la semana pasada excluyó de la lista a Italia yGrecia, dos de los grandes competidores de la industria turística española.

El pasado viernes Francia recomendó «vivamente» a sus ciudadanos no viajar a Cataluña, uno de los destinos más populares en el país, «hasta que la situación no mejore en ese territorio». Bélgica directamente prohibió los viajes «no esenciales» a las provincias de Huesca y Lleida, y también hizo extensible la petición del Gobierno francés a todo el territorio español. Horas más tarde, Noruega aconsejaba lo mismo a su población.

Mientras la diplomacia española actúa, otras comunidades intentan salvar a su territorio de las restricciones. El presidente valenciano, Ximo Puig, solicitó ayer que Reino Unido excluya a su región, en especial la Costa Banca de Alicante, «por su buena situación epidemiológica». En la misma línea, la presidenta del Consell de Mallorca, Catalina Cladera, sostiene que «el Reino Unido tiene que entender que no toda España es igual».