El Gobierno recupera la Comisión de Energía para vigilar de cerca la descarbonización

Así lo ha indicado la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica en la puesta de largo de esta Comisión que tantas polémicas generó durante su funcionamiento, así como por su incorporación a la CNMC. La labor de vigilancia del sector energético quedará encuadrada, de nuevo, en un organismo específico que servirá básicamente para «favorecer el objetivo común europeo de la descarbonización». Es decir, que más allá de las funciones regulatorias -la CNMC definía cada año el importe de los peajes fijos de los recibos- o el asesoramiento de conflictos entre las compañías, también tendrá en cuenta «los nuevos vectores energéticos» más allá de la luz y el gas.

Ribera ha justificado este regreso al pasado por la necesidad de acelerar la transición energética, algo que, ha deslizado, no se encontraba en manos de la desgajada CNMC. Además, la nueva CNE «verá reforzadas sus funciones de inspección», ha indicado la vicepresidenta tercera. Durante los últimos años, Competencia se ha encontrado con un problema tras sancionar a las eléctricas por determinadas prácticas como el pacto de precios o la distorsión del mercado: que la Audiencia Nacional echaba para atrás buena parte de esas sanciones y las dejaba sin efecto.

El renacimiento de la Comisión Nacional de Energía ha sido una de las polémicas que siempre han planeado sobre las funciones de este organismo. Al desgajarla de la CNMC, esta institución, ahora presidida por Cani Fernández, quedará casi sin funciones atribuidas ya que la mayor parte del trabajo que tienen está centrado en energía, más allá de telecomunicaciones u otros sectores.

Precisamente fuentes del sector valoran positiavamente esta decisión. «Nos parece bien que un organismo específico asuma estos temas con el objetivo de lograr impulsar decididamente la electrificación de la economía y la mejora de las redes de distribución que haga posible la transición energética», indican.