El Gobierno presiona a toda la cadena alimentaria sin aplicar medidas concretas

La reunión, que en esta segunda ocasión no estuvo presidida por el ministro Luis Planas sino por el director de Industria Alimentaria, José Miguel Herrero, duró tres horas, tuvo un carácter «muy técnico» y en ella el ministerio presentó al sector dos estudios sobre consumo de los españoles y márgenes empresariales para analizar la evolución de la situación, señalaron fuentes del sector.

En el primer estudio se concluye que los españoles acuden menos veces a hacer la compra que antes de la crisis inflacionista y que lo que gastan en cada una de ellas es menor. Además, se observa una mayor presencia de marcas blancas y una mayor compra de productos básicos que antes, indican desde el ministerio.

En cuanto al análisis del aumento de precios y márgenes, se observa que la venta al público se ha encarecido en 2022, pero menos que los costes de la industria de la alimentación y de los agricultores, aseguran las mismas fuentes. En este sentido, los supermercados han aumentado sus precios de venta pero sus ingresos no han subido en la misma proporción debido a que los consumidores han realizado «ajustes» en sus compras como más marca blanca, ofertas o más compra de congelados en lugar de productos frescos.

Todo con el objetivo de reducir la factura de la cesta de la compra después de que la inflación siga en tasas muy elevadas desde hace más de un año. De hecho, la reunión se convocó solo un día antes de que este jueves el INE adelante el dato de IPC del mes de marzo en el que se podrá observar cómo han evolucionado los precios después de que en febrero la tasa general se alzara al 6% y la inflación subyacente se disparara al 7,6%. En concreto, los alimentos subieron un 16,6% en febrero en comparación con los precios de hace un año. Además, en variación mensual, se alzaron un 2% en comparación con enero. Por su parte, la firma KPMG estima una inflación mundial del 5,3%, y el crecimiento del 2,1% para este ejercicio.

Los precios siguen subiendo mientras que los costes de producción llevan moderándose desde el último trimestre de 2022. Los datos publicados por Eurostat este miércoles revelan que los productos agrícolas se encarecieron un 26% en la última parte de 2022 en la UE, una cifra inferior al 30% anotado en el tercer trimestre. Ello se debe a que el precio de los bienes y servicios consumidos en la agricultura subieron un 27% (un ritmo inferior al 36% del trimestre anterior) y a que los fertilizantes, energía y alimentación para animales también moderaron sus subidas.

Estas cifras coinciden con el análisis realizado por el Banco de España, que apunta a que las materias primas están moderando sus subidas, lo que puede suponer una «cierta desaceleración» en el aumento de los precios a corto plazo tanto en España como el resto de la zona euro. No obstante, advierte de que existe una «elevada incertidumbre» acerca de los efectos que pueda tener la sequía observada en Europa el pasado año sobre la producción agrícola y, por tanto, sobre los precios de los alimentos para este año.

El supervisor indica en un boletín económico publicado este miércoles que el incremento de los precios de los alimentos ha sido «significativo» en 2022, con una evolución «muy similar» en España y el resto de la eurozona. Sin embargo, el mayor peso que tienen los alimentos en la cesta de consumo española ha hecho que su contribución a la inflación general haya sido superior a la de otros países europeos, explica.

Pero los agricultores y ganaderos denuncian la «avaricia» de la distribución y la industria y aseguran que son el «eslabón más débil» de la cadena, junto a los consumidores. Cristóbal Cano, vicesecretario general de UPA, señaló a los medios a la entrada de la reunión que se necesitan «medidas valientes». «Hay que regular los mercados, hay medidas en marcha en Europa para proteger a los consumidores», señaló Cano, quien mostró su disconformidad con las palabras de este martes de la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, quien pidió al campo trasladar a los precios las bajadas de los costes de producción.

«No se puede poner el foco en los agricultores. Esperamos que se adopten medidas de ayuda a los consumidores, como el cheque de 200 euros que hay que seguir impulsando», señaló Cano.