El Gobierno admite que las medidas que prepara no servirán para «abaratar» el precio de la luz

En cualquier caso, y para evitar fuertes repuntes de precios, como ocurrió con la ola de frío de enero pasado, y más recientemente por los ajustes "anómalos" del sistema, el departamento que dirige Álvaro Nadal va a poner en marcha varias medidas. Aunque fuentes del mismo apuntan que, en ningún caso, supondrían una intervención para que bajen los costes. "Son solo medidas para mejorar el funcionamiento del mercado pero no para abaratar artificialmente los precios", señalan esas mismas fuentes.

El Consejo de Ministros aprobará este viernes una de las acciones anunciadas tras el repunte de precios de enero: la reforma que obliga a los dos operadores dominantes del sector gasista, Gas Natural Fenosa y Endesa, a tener ofertas de esa materia prima de forma permanente con unas condiciones de volumen y precio final reguladas. Así, actuarían como 'creadores de mercado', una figura con la que se pretende dinamizar el sistema organizado del gas -el llamado Mibgas-, aunque esta plataforma representa una mínima parte de las compraventas de dicha fuente de energía que se realizan en España.

Sin embargo, la medida llega diez meses después de su anuncio, retraso que desde el Ministerio achacan a la complejidad de su tramitación técnica y la participación de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), De hecho, apuntan, todavía resta su desarrollo reglamentario, por lo que estará en vigor a finales de mes.

Por otra parte, el Gobierno estudia elevar las exigencias de almacenamiento de gas para los operadores, de cara al invierno. En concreto, las reservas deberán ser equivalentes a tres días y medio de consumo frente a los dos días establecidos en la actualidad, lo que supone una mayor garantía de que se prevendrán olas de frío así como la posibilidad de que exista desabastecimiento, según el Ministerio.

En el campo eléctrico, los trabajos que se estudian van encaminados a modificar la interrumpibilidad. Mediante este servicio se abona una cuantía de dinero a las grandes industrias, a fin de que dejen de funcionar en el caso de que así lo requiera una elevada demanda de luz en todo el país. El objetivo es que este servicio pueda tener presencia cuando sea más barato, lo que podría evitar episodios de máximas puntuales en el precio.

Eso ocurrió hace tres semanas en el sistema de ajustes -que marca las necesidades inesperadas para cubrir la demanda-, con un repunte que llevó el precio regulado a máximos del año. Para Energía, este episodio fue testimonial porque no supondría "ni dos céntimos de euro" en la factura de quien hiciera un uso intensivo de luz el día 24 de octubre entre las 19.00 y las 21.00 horas. "El coste de los ajustes no suponen más que uno o dos euros en la factura mensual", según el Ministerio.

Además, Energía ha remitido a Competencia una propuesta para reformar las reglas del mercado europeo, que afectaría al 'pool' intradiario, y a la casación en tiempo continuo de oferta y demanda.

El Ministerio advierte de que el sistema de formación de precios en España es similar al que existe en el resto de la Unión Europea, de modo que para evitar más puntas de precios sería conveniente tanto mejorar las interconexiones. Con ello se lograría recibir más electricidad de otros mercados continentales, así como reforzar las medidas para suplir a las renovables cuando no tengan capacidad de producción, sin que ello afecte al bolsillo del consumidor.

Así lo señalan fuentes del departamento al considerar que la actual evolución de la factura eléctrica responde a una "situación lógica" ante la falta de lluvias y viento y el incremento de los costes de las materias primas como el gas. Energía calcula que el recibo medio de la luz se ha incrementado un 12% en los diez primeros meses del año respecto al mismo periodo de 2016. El importe de la factura asciende a 688 euros desde enero, frente a los 614 euros del año pasado, aunque es menor a los 709 euros que se habían pagado a estas alturas de 2015. En el caso del gas, el coste acumulado sube entre un 3,2% y un 4,5% en términos interanuales.

A principios de año, Nadal anticipó que el coste de la factura subiría este ejercicio en el entorno de los 100 euros por hogar y, hasta finales de octubre, ese importe se había incrementado en 74 euros. De hecho, Energía no descarta que a falta de menos de dos meses para que concluya el año se cumplan sus propios vaticinios, a tenor de cómo están evolucionando los mercados en estas últimas jornadas.

Considera que "esta volatilidad entra en lo natural" y lo achaca a dos circunstancias: unas condiciones meteorológicas de extrema sequía, que impiden una mayor producción de hidroeléctricas y eólicas; y la subida del precio de las materias primas. El Ejecutivo recuerda que la aportación de las centrales de los pantanos se ha reducido a la mitad en el último año y que la de los molinos ha caído en más de un 1%. Al mismo tiempo, han entrado las de carbón, gas y cogeneración, que de forma global representan un 45% de la energía consumida frente al 36% del año pasado. En cualquier caso, consideran que los precios han subido aún más en países como Francia, Alemania, Italia o Reino Unido.