Funcas también recorta sus previsiones y sitúa el crecimiento para 2021 en un 5,1%

El dato dista mucho del 6,5% planteado por el Ejecutivo y que es sobre el que se han hecho los cálculos de ingresos para los Presupuestos Generales del Estado (PGE). Por ello, sus máximos responsables han advertido que la recaudación pública será menor de la prevista y aumentará el déficit.

La base para rebajar el optimismo exhibido hasta el verano ha sido el recorte de la actividad pronosticada por el Instituto Nacional de Estadística (INE) pero también otros problemas de importancia como la escalada de precios empujada por un encarecimiento de la energía y la crisis de materias primas que afecta a todo el mundo.

De cara a 2022 sí que aumenta algo el optimismo y el auge de la economía se cifra en un 6%, lo que evidencia que parte de la recuperación se retrasa por los problemas mencionados. Aún así, durante este ejercicio ya se comenzará a notar una mejora promovida por el ahorro acumulado, el buen comportamiento de las exportaciones y la mejora del turismo extranjero.

Pero no se puede hablar de recuperación total por el lastre de sectores como el de la automoción, muy golpeados por la falta de microchips. Del mismo modo, se ha explicado que hay empresas que han notado un auge de la cartera de pedidos pero no pueden hacer frente a los mismos por la falta de materiales y eso limita la expansión.

El director de la entidad, Carlos Ocaña, y el responsable de Coyuntura y Economía Internacional de Funcas, Raymond Torres, han querido dejar claro que aún hay una importante incertidumbre. El mayor empuje económico previsto para 2022 tiene en cuenta que la escalada de precios se detendrá y un fuerte impulso de los fondos europeos pero si estos últimos no se ejecutan en la totalidad rebajarán el crecimiento hasta un punto.