El BCE flexibiliza su objetivo de inflación tras casi dos décadas para responder a futuras crisis

En la práctica, el carácter 'flexible' permitiría a la institución mantener sus políticas expansivas. Fundamentalmente la compra de deuda masiva a través de ese fondo de emergencia dotado con 1,85 billones de euros y que se mantendrá al menos hasta el final de marzo del 2022 «y, en todo caso, hasta que considere que la fase de crisis del coronavirus ha terminado».

Pero, además, se daría por bueno que fuese rebasado sin que por ello la entidad tenga que actuar de inmediato con medidas de control como las subidas de los tipos o se vea obligado a retirar los estímulos. Y todo como antesala al inicio del debate (ya después del verano) sobre el procedimiento y los tiempos que se seguirán para la disminución progresiva de las medidas de apoyo si la situación económica lo permite.

«El Consejo de Gobierno seguirá respondiendo con flexibilidad a los nuevos desafíos a medida que surjan y considerará, según sea necesario, nuevos instrumentos de política en la consecución de su objetivo de estabilidad de precios», se señala en la comunicación lanzada desde la sede de Franckfort. En esta revisión estratégica, la institución también aborda las implicaciones del cambio climático.

«El Consejo de Gobierno se compromete a garantizar que el Eurosistema tenga plenamente en cuenta, en consonancia con los objetivos y metas climáticos de la UE, las implicaciones del cambio climático y la transición del carbono para la política monetaria y la banca central», se asegura.