Los trabajadores perderían el 7,3% de su salario neto si se igualara la presión fiscal con Europa

La mayor parte de la subida de la presión fiscal en España se ha producido por el incremento de los ingresos por el impuesto sobre la renta (el 41,1% del total), debido sobre todo a la no actualización de la tarifa y las deducciones personales; le sigue la mayor recaudación de las cotizaciones sociales fundamentalmente a cargo del empleador y el aumento de los ingresos por IVA.

Como el déficit estructural de las cuentas públicas españolas está situado en torno al 3,5% del PIB, según la AIReF, si se igualara la presión fiscal española a la media de la eurozona se acabaría con el déficit. Sin embargo, ese aumento de la recaudación impositiva tendría efectos en el ahorro, la inversión y el empleo. Además, debería concentrarse en aumentar las cotizaciones sociales a cargo del trabajador, puesto que es donde más diferencia existe con Europa, ya que representa poco más de la mitad de lo que supone de media en la UE. El aumento de los ingresos por cuotas sociales a cargo del trabajador en 2,7 puntos del PIB (la diferencia que existe con Europa) reduciría el salario neto de todos los trabajadores ocupados en un 7,3%, según un análisis de Miguel Ángel García Díaz publicado por Fedea. García Díaz reconoce que ese recorte salarial resultaría «difícil de digerir en especial en los escalones de renta más bajos».

De otro lado, si se igualaran los ingresos tributarios con la media de la zona euro se agotarían los márgenes de actuación en el futuro para aumentar el gasto público, a no ser que se decidiera aumentar aún más la presión fiscal a pesar de sus efectos en el crecimiento y el empleo.