Hacienda ganó el 75% de los juicios por delitos fiscales en 2017

Sin embargo, a pesar de esta mejora, las denuncias por delitos fiscales se ha reducido de forma considerable en los últimos años. Así, mientras que en 2011 se alcanzó el máximo de 1.014 denuncias que permitieron recaudar 909 millones, en 2016 las denuncias se redujeron a 226 por las que se recaudaron 278 millones según la Memoria de la Agencia Tributaria.

Más allá de los delitos fiscales, Menéndez también ha presumido de los buenos resultados en las sentencias del ámbito contenciosos-administrativo en el que no dieron la razón al contribuyente en el 66,58% de los casos en 2017, frente al 57,6% de 2015.

El máximo responsable del organismo ha explicado durante una jornada sobre la 'Inspección tributaria de las grandes empresas' organizada por Deloitte que uno de los objetivos del organismo es reducir la conflictividad. Por eso Menéndez ha defendido la relación cooperativa entre los contribuyentes y la administración. En su opinión este modelo debe basarse en la «transparencia» y en la confianza mutua. En este sentido, el director de la Agencia ha adelantado que se está llevando a cabo un programa piloto de transparencia empresarial a nivel de la OCDE en el que los primeros datos son positivos para las compañías españolas.

Menéndez ha destacado la capacidad de innovación tecnológica de la Agencia Tributaria, un requisito fundamental para analizar la cantidad de información que recibe y que se ampliará con nuevos mecanismos como el intercambio automático de información entre países. «Estamos abocados al Gran Hermano», ha sentenciado el director de la Agencia. En su opinión, esta realidad puede verse de forma negativa pensando en una «invasión de la esfera privada» o desde un punto de vista positivo ante la posibilidad que ofrecen todos estos instrumentos para mejorar los controles y realizar «más ejercicios de transparencia».

Por último, el máximo responsable del organismo se ha mostrado confiado en que la Agencia Tributaria tiene la capacidad suficiente para lograr la recaudación extra de «más de 1.000 millones» contemplada en el plan de estabilidad mediante un nuevo impuesto a las tecnológicas (estimado en 600 millones para 2018) y que se elevará hasta los1.500 millones en 2019 junto a otras medidas impositivas.