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El déficit de las Administraciones Públicas, a falta de incluir las corporaciones locales, cerró el mes de noviembre en el 7,82% del PIB, según los últimos datos del Ministerio de Hacienda. La cifra multiplica por cinco la registrada en el mismo periodo de ... 2019, cuando el desequilibrio de las cuentas públicas era de un 1,58% del PIB, y refleja el impacto presupuestario de la pandemia, tanto en términos de ingresos públicos como de gastos.
De esta manera, si entre enero y noviembre de 2019 las Administraciones habían acumulado un déficit de 19.623 millones de euros, en el mismo periodo de 2020 ascendía a más de 87.600 millones de euros, lo que supone un incremento del 346%.
El déficit también se incrementa con respecto al mes de octubre, cuando se situó en el 7,14% del PIB.
La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, anticipó hace un mes que el descuadre presupuestario al término del ejercicio habría alcanzado el 11,3% del PIB. Y, de acuerdo con las previsiones del Fondo Monetario Internacional, revisadas esta misma semana, el déficit habrá cerrado el año en el 11,7% (en octubre había previsto que rebasaría el 14%).
Del total del déficit consolidado de las Administraciones Públicas, el grueso, equivalente a 6,45 puntos de PIB, corresponde al Estado, que es además el que ve más deteriorada su situación, puesto que en noviembre de 2019 su déficit era del 0,92% del PIB, dado que se ha hecho cargo de transferencias tanto a la Seguridad Social como a las comunidades autónomas.
Si se descuenta el gasto en intereses, la cifra se reduciría hasta el 4,63%. Ello obedece al descenso de los recursos del 12,7%, hasta los 162.429 millones de euros. Y también a un incremento de los gastos del 19,2%, para alcanzar los 234.685 millones de euros. Casi el 87% de esta última subida corresponde a gastos relacionados con la emergencia sanitaria.
Los Fondos de la Seguridad Social registraron un déficit equivalente al 1,65% del PIB, frente al 0,41% de un año antes, lo que supone pasar de un desequilibrio de 5.100 millones en noviembre de 2019 a otro de 18.425 millones de euros en el mismo mes de 2020. Y es que, si bien los recursos con que cuenta se incrementaron un 14,1% por las transferencias recibidas por el Estado, los gastos financieros se incrementaron un 22,1%. El gasto asociado a la pandemia hasta la fecha asciende a los 27.247 millones de euros.
En concreto el Sistema de la Seguridad Social tuvo un déficit del 0,46% del PIB, o 5.111 millones de euros, lo que supone una mejora frente al déficit del 0,54% (o 6.725 millones de euros) respecto a un año antes. Si por el lado de los ingresos destaca la transferencia de 18.000 millones efectuada por el Estado en junio y el incremento de las cotizaciones sociales en 1.727 millones por la subida del salario mínimo y la actualización de las bases mínimas de cotización, por el de los gastos hay que contar con que las prestaciones sociales subieron un 8,8% interanual, hasta rozar los 143.000 millones de euros.
El déficit del SEPE se contabiliza en 13.245 millones, por la caída de las cotizaciones sociales en un 0,9% y por el coste de los ERTE, el subsidio de desempleo excepcional por fin de contrato temporal o el subsidio extraordinario por falta de actividad para las empleadas de hogar, todo lo cual supuso un gasto de 14.346 millones hasta noviembre.
Por el contrario, las comunidades autónomas acumularon un superávit del 0,29% del PIB a noviembre -o de 3.223 millones de euros-, frente al déficit del 0,25% - o de 3.094 millones- de un año antes. Todas las comunidades autónomas, con la excepción de Navarra y País Vasco, registran hasta noviembre un comportamiento más positivo desde hace un año. Y salvo estas dos regiones y Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana y Murcia, tienen superávit.
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